lactancia
Conservación de la leche materna
Es importante que las madres que amamantan sepan realizar la
extracción, almacenamiento y conservación de la leche materna, sobre todo si
planean volver a trabajar o deben separarse del bebé ante eventuales circunstancias.
EXTRACCION
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Podés hacer la extracción de
forma manual o con un sacaleche, siempre lavándote muy bien las manos antes de
comenzar y buscando un ambiente tranquilo e íntimo en lo posible. Para preparar
las mamas podés comenzar haciendo masajes en forma circular.
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La mamá puede necesitar
extraer su leche cuando tiene que separarse del bebé ya sea por trabajo o por
otras circunstancias. También para prevenir o aliviar el endurecimiento de los
pechos o para aumentar la producción.
ALMACENAMIENTO
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Conviene utilizar
recipientes de plástico o de vidrio debidamente esterilizados. Si reutilizamos
frascos como el del café, tomar la precaución de limpiarlos muy bien con agua y
jabón.
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Es fundamental elaborar
etiquetas que indiquen la fecha en la que se está almacenando el recipiente ya
que lo primero a utilizar es lo primero que se guardó.
CONSERVACION
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La leche materna puede
conservarse a temperatura ambiente, en la heladera o en el congelador.
TEMPERATURA AMBIENTE: si es inferior a
20º podemos conservarla unas 4 o 5 horas, pero si la temperatura es superior a
20º debe ser guardada en la heladera.
HELADERA: se conserva hasta por cinco
días. Debe colocarse en la primera parrilla de arriba y nunca en la puerta.
CONGELADOR: puede guardarse hasta por
tres meses. Los equipos más grandes que congelan a menos de 19º de forma
constante pueden conservar la leche materna hasta por un año.
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No hay que llenar mucho el
recipiente ya que cuando el líquido se congela expande y puede hacer que se
reviente.
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Para descongelarla no se
deben usar ni microondas, ni el contacto con el fuego directo porque esto
provoca la pérdida de las propiedades de defensa que tiene leche. La noche
anterior se saca del congelador y se la coloca en el primer estante de la
heladera y cuando se la quiere usar se la ubica debajo del caño de agua
caliente.
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Una vez descongelada, no
puede volver a congelarse y debe ser utilizada en el plazo de 24 horas. Por eso
se recomienda descongelar sólo lo que el bebé está por consumir, si se
descongela más y no se usa habrá que desecharla.
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Cuando el niño comienza la
alimentación complementaria podemos usar la leche que tenemos congelada para la
elaboración de las papillas, lo que aumentará sus cualidades nutricionales.
Con
el asesoramiento de Mirta Machuca. Licenciada en Nutrición