embarazo
Controles preconcepcionales
Desde el momento en el que tomamos la decisión de buscar un bebé, asumimos la responsabilidad de cuidar su salud, empezando por cuidar la nuestra. Una mujer que planifica un embarazo debe interiorizarse sobre la importancia de acudir al ginecólogo y hacer todos los controles y estudios necesarios antes de la concepción.
Sería ideal
que un embarazo no llegara de sorpresa, por descuido o falta de
planificación. Poco a poco mujeres y hombres están tomando conciencia de la
importancia de desear y buscar un hijo, cuidando su salud y bienestar
emocional, incluso antes de concebirlo.
Si la decisión está tomada y ya están
dispuestos a “hacer los deberes” buscando el tan ansiado embarazo, lo primero
que hay que hacer, es pedir turno para la consulta pre-concepcional, con el
médico ginecólogo. Podés ir sola, si así lo preferís, o bien acompañada por tu
pareja o alguien de confianza. Llevate
anotadas todas las preguntas que quieras hacerle al especialista y prestá mucha
atención a sus recomendaciones. Seguramente te va a pedir estudios como el
Papanicolaou, la Colposcopia, y un Examen mamario, para empezar.
Ácido fólico tres
meses antes de la concepción. - Para prevenir malformaciones y enfermedades por defecto del tubo neural (hidrocefalia,
anencefalia, y espina bífida, entre otras), una mujer que programa quedar
embarazada, debe tomar un suplemento de ácido fólico diariamente, por lo menos
tres meses antes de la concepción. El especialista te recomendará su ingesta
antes y durante la gestación.
La obesidad y la búsqueda del embarazo - Lo
más conveniente para una mujer es lograr el embarazo cuando se encuentra en su
peso ideal. Si presenta un alto grado de sobrepeso u
obesidad, el médico le pedirá que cambie de estilo de vida y adquiera
hábitos alimentarios más saludables. Juntos podrán encontrar un plan
nutricional adecuado y un deporte o actividad física que la ayude a bajar de
peso. Existen riesgos para la madre y el niño, tanto en la gestación como en el
parto, asociados a la obesidad.
Tabaco, alcohol y drogas - Tener una vida más sana
incluye dejar de fumar y abandonar el consumo de alcohol y drogas. Estos malos
hábitos pueden causar graves daños al bebé durante el embarazo y la lactancia.
Los 35 años y el reloj biológico – A
los 35 años, comienza a declinar notablemente la fertilidad en la mujer.
Nacemos con una determinada cantidad de óvulos y éstos nunca más se
dividen. A esta edad es más difícil
retener un embarazo, hay más amenazas de aborto espontáneo, y mayor incidencia
de malformaciones o alteraciones genéticas. Por eso es muy importante conversar con el
especialista sobre la postergación de la maternidad y la edad adecuada para
concebir.
¿Y los anticonceptivos? - Es falso que a aquella
mujer que toma pastillas anticonceptivas, le va a costar embarazarse cuando las
deje. En cuanto se suprime la ingesta, por recomendación del médico, aparecerá
normalmente la menstruación y luego ovulará.
Lo mismo sucede cuando se retira el DIU (Dispositivo Intra
Uterino). Lo que siempre hay que
recordar es que la elección del método anticonceptivo y su posterior uso debe
estar supervisado por el ginecólogo.
Días de ovulación – Otro tema a conversar
con el ginecólogo es el ciclo de ovulación. La mujer que menstrúa cada 28 días,
ovula el día 14 o 15 del ciclo. El ciclo comienza con el primer día de la menstruación.
El día 14 ovula y 14 días después vuelve la menstruación, si es que no hay
embarazo.
La
consulta pre-concepcional no es muy frecuente, las parejas van a hacerse los
controles cuando ya el embarazo es un hecho. Lo ideal sería que una mujer que
está buscando un hijo se realice determinados análisis y exámenes para
descartar enfermedades que puedan poner en riesgo la salud del bebé.
Uno
de los estudios que se hace es la prueba de la Toxoplasmosis, para determinar
si contrajo esta infección anteriormente. Si el resultado es positivo significa
que la enfermedad es anterior al embarazo y no habrá peligro cuando la nueva
vida se esté gestando. Por el contrario, si fuera negativo, se deberán extremar
los cuidados para no contraer toxoplasmosis estando embarazada.
A
través del análisis de sangre se puede descartar, por ejemplo, si la futura
madre está anémica por carencia de hierro. Y ante un test de HIV positivo, se
podrán tomar medidas para reducir el riesgo de contagio de la mamá al bebé.
*Cabe
recordar que la cita con el ginecólogo al menos una vez al año es de vital
importancia para todas las mujeres, aunque no estén planificando embarazarse.
Sabías
qué?
*El riesgo de contagio de HIV de la madre al bebé se
reduce a menos de un 1 por ciento, si ella obtiene un tratamiento adecuado
durante el embarazo.
Con el asesoramiento de Laura Burgos. Médica Ginecóloga