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La cuna para tu bebé

Elegir la cuna en la que dormirá el bebé, puede ser una experiencia extraordinaria si contamos con buena información y prestamos atención a algunos consejos fundamentales a la hora de decidir, teniendo en cuenta uso, material, espacio y seguridad, entre otros aspectos.

 

Tipos de cunas

*Cuna pequeña o charriot (1,20 m. x 60 cm.) Es una cuna pequeña que el bebé podrá usar hasta los dos años aproximadamente. Es recomendable que tenga rueditas para desplazarla y que cuente con una baranda móvil que podrá bajarse, cada vez que la mamá deba atender al bebé. Se puede utilizar en ambientes de espacios reducidos e incluso junto a la cama de los padres.


*Cuna grande o americana (1,40  x 0,80 m.)
Es una cuna de mayor tamaño, en la que el niño dormirá hasta los 5 años aproximadamente. Cuando sea necesario se podrán sacar las barandas y usarla como un diván.


Cuna funcional o cama cuna (2 x 0,90 m. – medida exterior)
Son las más grandes y le servirán al bebé por más tiempo. Se desarma  y sus partes se convierten en muebles con otros usos, como cajoneras, baulera, cambiadores o estanterías. La mayor ventaja de este tipo de cuna es que no habrá que comprar nuevos muebles más adelante. Cuando el niño crezca podremos convertir la cuna en una cama de una plaza. Se aconseja que tenga barandas deslizables y seguras.


6 Tips para encontrar una cuna segura

1.       Los barrotes no deben estar muy separados. Se recomienda que el espacio entre barrotes sea de entre 6 y 9 cm. Además tienen que ser lo suficientemente altos para evitar caídas.

2.       El laqueado debe realizarse con material no tóxico. Comúnmente se utilizan pinturas convencionales, como el látex, que contienen plomo, una sustancia nociva para la salud del bebé.

3.       Debe ser firme y resistente. Si se tambalea o hace ruidos habrá que buscar una más resistente.  Muchas cunas de baja calidad, que se encuentran en el mercado actualmente, se desarman con el uso normal. Si esto sucede, obviamente pone en riesgo al bebé.

4.       El colchón debe caber en el interior de la cuna sin dejar espacios que puedan resultar peligrosos para el bebé. Un colchón de medida estándar no puede quedar chico en el armazón de la cuna.

5.       Las cunas antiguas o de segunda mano pueden ser menos seguras que los modelos más recientes. Habrá que verificar que no tenga astillas, pintura sintética o barrotes demasiado separados.

6.       No se recomiendan las cunas con toques decorativos muy sofisticados.  El bebé puede atragantarse con piezas pequeñas que se desprendan o quedar atrapado en ranuras o aberturas.


 





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