embarazo
Los miedos en el embarazo
Hay muchos temores que aquejan a la embaraza, dudas que no la dejan conciliar el sueño y una gran incertidumbre que se apodera de ella cuando no tiene la contención y la información necesaria. Enterate de cuáles son los principales miedos durante las nueve lunas y cómo hacer para enfrentarlos.
Los obstetras van
descubriendo los miedos de sus pacientes gestantes cuando ellas se van animando
a contárselos. No hay libro que los detalle y además cada mujer tiene de los
más variados e insospechados temores, y van desde los más pequeños hasta los
más profundos.
Hoy se habla del lado
b de la maternidad, ese lado en el que no todo es color de rosa. Ellas se
atreven a confesar aquello que no disfrutan del embarazo y expresan sin tapujos
qué les da miedo y qué no. Esto dependerá de muchos factores: su edad, su situación
amorosa, su experiencia como hija, su estado emocional, etc.
Poder reconocer que
se tiene miedo es el primer paso para enfrentarlo. Una mamá siempre sentirá
temores y estos irán cambiando a medida que los hijos crecen. ¡Esto recién
comienza! Y la clave está en aprender a vivir con ellos.
LOS + MAS FRECUENTES
-A LA PERDIDA DEL EMBARAZO: Es
muy común sobre todo antes de los tres meses de gestación. Lo que es importante
saber es que la pérdida puede darse en cualquier momento del embarazo, aunque
suele ocurrir más a menudo en el primer trimestre. Muchos padres prefieren, por
ejemplo, no avisar antes de los tres meses a amigos y familiares, justamente debido
a este temor.
La mejor forma de
enfrentarlo es realizar todos los controles que aconseje el obstetra, seguir
sus indicaciones al pie de la letra y dejar los malos hábitos. No hace falta
quedarse quieta todo el primer trimestre, salvo que exista alguna causa de
salud que lo amerite. Las panzonas pueden seguir adelante con sus actividades,
bajando un poquito el ritmo quizás, pero llevando una vida normal.
- A TENER RELACIONES SEXUALES: Algunas
parejas prefieren evitar el sexo en esta etapa, por miedo a perder el embarazo.
Esta es una creencia errónea muy instalada sobre todo en el hombre. ¿La buena
noticia? Se puede continuar viviendo una sexualidad plena, teniendo en cuenta
que tanto varones como mujeres pueden incluso ver incrementada su libido en este
periodo. Sólo deberán interrumpirse por indicación del especialista en caso de
alguna enfermedad o riesgo de parto prematuro, entre otras causas.
- AL PARTO: El
miedo al dolor del parto es un miedo del que no escapa ninguna primeriza. ¿Voy
a poder soportarlo?, ¿cuánto tiempo dolerá?, ¿y si me desgarro? Son sólo
algunos de los cuestionamientos que se plantean cuando nos acercamos al momento
del alumbramiento.
Para evadir el dolor cada vez más mujeres escapan
al parto natural y optan por la cesárea programada. Pero la verdad es que ambas
formas de parir provocan dolor. La cesárea es una cirugía mayor, para sacar al
bebé se debe abrir el abdomen y hacer varios puntos. La diferencia con
cualquier otro procedimiento quirúrgico es que no se podrá hacer reposo durante
los siguientes diez días ya que la mamá deberá movilizarse para atender a su
bebé, cambiarlo y alimentarlo cada dos o tres horas. Este será un tiempo en el que
lejos de descansar dormirá poco y de manera intermitente.
Está demostrado que la mamá que se prepara
mental y físicamente para el parto va a poder manejar mejor el dolor,
disminuyéndolo, buscando posiciones y haciendo un buen ejercicio de pujo. Hoy
existen diversas técnicas alternativas para aliviarlo que van desde la
analgesia para el parto hasta el reiki, el yoga, la esferokinesis y la
danzaterapia, entre otras.
A LA LACTANCIA: Cuando el bebé nace la madre
se llena de miedos en relación a su alimentación. ¿Podré hacerlo bien?, ¿tendré
buena leche?, ¿será suficiente? El
estrés o miedo extremo puede aletargar el flujo de leche pero se trata de una
respuesta temporal del organismo ante la ansiedad. Lo mejor será que la mamá se
tranquilice, busque posiciones en las que esté cómoda y relajada y confíe en sí
misma bajo la premisa de que todas las mujeres pueden amamantar salvo que
alguna causa médica lo impida.
Sabías qué?
El
miedo y la ansiedad se transmiten en el embarazo. El bebé también experimenta
el temor antes de nacer y esto tiene que ver con las hormonas que libera la
madre ante una situación de estrés. Por ejemplo, si la mamá se asusta ante un
posible choque le da taquicardia y genera varias sustancias que llegan al niño.
Él no sabe por qué está asustado pero responde y se siente afectado ante esa
situación de peligro que su madre enfrenta.