embarazo
PNL y maternidad
A través de la Programación Neurolingüística (PNL) una mamá puede conectarse con su energía creadora y desprogramar creencias limitantes, limpiar virus mentales y liberarse de condicionamientos inconscientes. Una vez despojada de las cargas del pasado, podrá sentirse más segura y brindar a su hijo una salud emocional mucho más positiva.
Las técnicas de la
PNL o Programación Neurolingüística facilitan a las personas herramientas para
su desarrollo personal sosteniendo que los procesos neurológicos, el lenguaje y
los patrones de comportamiento, que traemos “programados”, pueden ser
modificados. Las mismas pueden ayudar a las personas a superar miedos y
alcanzar estados de excelencia y plenitud.
Una de las
experiencias que hacen sentir a una mujer más plena y realizada es sin dudas,
la maternidad, pero también la enfrenta a miedos y ansiedades que antes ni
siquiera registraba. Gracias a las últimas investigaciones científicas sabemos
que el bebé ya desde el vientre materno percibe las emociones de su madre sean
positivas o negativas y las asimila como propias, debido a que se siente uno
con ella, como en una especie de unión simbiótica que persiste incluso meses
después del nacimiento.
El cerebro del recién
nacido no es una hoja en blanco, viene incorporando información y es la madre
la que tiene un papel fundamental en esta cuestión. Una mamá puede “programar”
las creencias y patrones de conducta de su hijo, desde la gestación. Por eso es
tan importante que las mujeres embarazadas se conecten con ese poder creador
que tienen y les transmitan una experiencia intrauterina maravillosa. Esta es
la forma de “programarlos” positivamente para el futuro. Luego el niño
reforzará estos programas gracias a la crianza que reciba en casa, a la
educación que le imparta el establecimiento educativo al que asista y al
aprendizaje que obtenga de las pautas sociales y culturales del lugar en el que
viva.
Conexión energética
Ya desde la panza la
mamá inscribe en el inconsciente de su hijo programas positivos elaborados
desde el amor y la felicidad, pero también puede transmitirle otros
estructurados desde el temor, la inseguridad y la incertidumbre. Éstos últimos
se agudizan durante el embarazo. La primera emoción que se dispara es el miedo,
la cual se mantiene e incrementa durante los 9 meses. Algunas técnicas de PNL permiten
aprender a afrontarlo, sin intentar eliminarlo. El rechazo sólo logra
incrementar el temor y este adquiere más poder.
Por todo lo expuesto,
es fundamental que las mujeres reciban su maternidad, libres de creencias
dañinas, limpiando su inconsciente de programas tóxicos. Muchos de estos han
sido a su vez heredados y hoy forman
parte de su día a día. Si la mamá logra deshacer esos nudos antes o durante el
embarazo, podrá relacionarse con su hijo positivamente sin tensiones, angustia
y ansiedad. Además, su conexión energética se volverá excepcional.
Con el asesoramiento de Mariana Borigen. Máster Coach e Instructora en PNL certificada en USA.