bebés & niños
Pequeño tirano
El “Síndrome del Emperador” o del “niño tirano” fue creciendo y ganando cada vez más adeptos en los últimos tiempos. Esto refleja el problema de autoridad y disciplina sana que se presenta en los padres jóvenes. La ausencia de límites, la sobreprotección y la ultra permisividad han potenciado el desarrollo de conductas déspotas en los chicos desde muy pequeños, agravándose la situación en la adolescencia.
¡Cosecharás tu
siembra! Así es que una excelente forma de evitarte dolores de cabeza con tus
hijos en el futuro es comenzar a muy temprana edad estableciendo claramente los
límites y las reglas que existen en tu familia.
Como en toda
organización para que exista un orden hace falta que las jerarquías estén delimitadas.
Cuando las figuras de autoridad se desdibujan comienzan los conflictos en el
hogar.
Consentir a los
chicos en todo lo que quieren, cubrirlos cuando hacen algo indebido o no
reprenderlos en su debido momento, no es una muestra de amor, como muchos padres
equivocadamente creen. En realidad, se les está haciendo un enorme daño que a
la larga les traerá problemas de autoestima y socialización, desórdenes
psicológicos y hasta dificultades en el rendimiento escolar.
La importancia del “no”
Decirle “no” a un niño, cuando es necesario, implica una
enseñanza ya que en su vida deberá enfrentar obstáculos y adversidades. No
siempre las respuestas serán satisfactorias y es importante que los chicos
puedan prepararse para enfrentar las situaciones que no se resuelven tal como
se espera.
Los padres no deben “negociar” con los hijos,
esto predispone a los chicos a tomar cierto “poder” que no les corresponde y
luego vienen las manipulaciones y los chantajes propios del “niño tirano”.
El diálogo debe ser una herramienta para
fijar normas y para explicar a los chicos aquello que no logren comprender,
pero en ningún caso puede convertirse en una discusión. Los padres no deben
ponerse jamás a “pelear” con los niños. Papá y mamá son los encargados de
mantener una disciplina sana, tan amorosa como firme.
Conductas agresivas
Muchas veces desde la culpa y otras desde la flexibilidad
extrema, los padres justifican las agresiones físicas y verbales de los niños
hacia ellos y hacia otras personas. La falta de respeto es un mal que se va
instalando y que luego resulta muy difícil de extirpar en el seno de la
familia.
Características
del niño tirano
·
Controladores y
manipuladores
·
Poca o nula capacidad de
empatía con otras personas, animales y objetos
·
Carecen de culpa o
remordimiento
·
Responsabilizan siempre al
otro de lo sucedido
·
Egocéntricos e impulsivos
·
Baja tolerancia a la
frustración
·
Autoestima inestable
·
Suelen estar enojados,
tristes o ansiosos
·
Hacen berrinches y agreden
para mostrar su disconformidad
·
Son muy exigentes y tienen
un sentido desproporcionado de lo que les corresponde
·
Persisten hasta conseguir lo
que desean y cuando lo obtienen, vuelven a sentirse insatisfechos
·
No reconocen figuras de
autoridad y discuten las normas permanentemente
Este tipo de señales
comienzan a hacerse más evidentes alrededor de los 6 años, pero el perfil de
“emperador” o “déspota” se ha ido formando en los primeros años de vida del
niño. Cuando el pequeño descubre que puede tomar el control, tomar decisiones y
dominar la voluntad de sus padres a su antojo, acudiendo a distintas
estrategias o mecanismos se introduce en un juego de poder, en el cual será el
más perjudicado.
Con
el asesoramiento de Martha Peirone. Licenciada en Ciencias de la Educación y
Psicopedagogía.