A través de la
respiración es posible establecer una profunda concentración y conexión con el
bebé en el vientre materno, donde él percibe todas las sensaciones que experimenta
la madre sean positivas o negativas.
Desde los
primeros meses de la gestación, las mujeres pueden optar por esta actividad si
lo que buscan es relajarse y manejar mejor sus emociones. El yoga armoniza,
conecta y ayuda a tomar conciencia del cambio de vida que conlleva la
incorporación de un nuevo integrante a la familia.
Muchas mujeres
se desestabilizan emocionalmente cuando advierten la transformación que han
sufrido sus cuerpos. Gracias a esta técnica se consigue atravesar la
recuperación del parto con calma y entendiendo que es un proceso natural que
lleva su tiempo.
Es importante
recalcar que durante la gestación no se deben realizar algunos ejercicios o
posturas que demanden mucha flexibilidad. Por eso se recomienda a las mujeres
en la dulce espera, buscar clases de yoga para el embarazo, dictadas por
profesionales calificados.
Otra cuestión
a tener en cuenta es que a medida que la panza crece los ejercicios se van
modificando o cambiando para no exigir a la mamá o al bebé que cada vez va
ocupando más espacio.
Beneficios del yoga en el embarazo
*Tonifica los músculos
*Mejora la fuerza y la flexibilidad
*Prepara el piso pelviano para el parto
*Aumenta el equilibrio
*Mejora la circulación
*Reduce el estrés y la ansiedad