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¿Cómo prevenir el abuso sexual infantil?
El abuso sexual infantil tiene muchas caras. El abusador puede ser una persona extraña y desconocida o puede estar dentro de la misma familia, que es aún más grave porque tiene un vínculo directo con el menor. Cuando los chicos están sufriendo un problema de este tipo, dan señales claras. Los papás deben estar muy atentos para captarlas y actuar de inmediato.
Hay distintos niveles de abuso que van desde
tocar al nene por encima de la ropa, hacerle propuestas desagradables,
masturbarse o desnudarse en su presencia, hasta obligarlo al sexo oral y en el
peor de los casos, al sexo con penetración. A veces, el chiquito además de
abusado, es corrompido a través de revistas o videos con contenido sexual que
resultan incomprensibles a su edad.
Lo alarmante es que, en la mayoría de los
casos, el abuso es por parte de familiares directos o personas allegadas a la
familia (un profesor, un sacerdote, la pareja de la madre o el novio de la
hermana, por ejemplo). Además, es
recurrente y se da en lugares conocidos y habituales para el nene: la propia casa,
la casa de un tío, de un vecino o de un amiguito.
Eso habla de las estrategias aberrantes que
usan los abusadores para mantener estas prácticas ocultas ante la vista de
todos y también muestra que el miedo y la vergüenza que sienten los chicos
abusados, los lleva a permanecer en silencio y a no hablar con sus papás sobre
esto. Es muy común que cuando ocurre una situación así en la familia y los
niños la denuncian, muchos padres desconfíen de ellos, se nieguen a creerles y
consideren que esas ideas forman parte
de la misma fantasía de los nenes (esto es absolutamente imposible porque en
edades tan tempranas los niños no tuvieron todavía experiencias sexuales de
referencia).
Un abuso sexual tiene un fuerte impacto en la
vida de los pequeños. A veces se piensa que por haber atravesado una situación
tan traumática en la niñez, esos chicos tendrán desviaciones en su sexualidad y
esto no es así, aunque si no logran superar el trauma, es probable que se transformen en personas
resentidas, depresivas, con trastornos psiquiátricos, y problemas de alimentación
o de drogas.
Prevención
Los papás tienen que estar atentos a las
señales de alarma. Los chicos no sólo hablan con palabras, sino también a
través del cuerpo. Cualquier cambio en
sus conductas, se debe a algún motivo y los papás deben averiguarlo.
Suele pasar que un nenito abusado está muy
irritable, llora mucho, se enoja sin razón, no controla sus esfínteres, tiende
a encerrarse, evita a los padres y pasa muchas horas en silencio. Es probable
que comience a tener conductas sexualizadas, esto quiere decir que el chiquito
se toca el cuerpo compulsivamente más de lo normal, se masturba permanentemente
y hace comentarios sexuales respecto de lo que ve en televisión, por ejemplo.
¿Sabías qué?
En Argentina se realizó un estudio del que
participaron 2750 estudiantes de distintas universidades de Buenos Aires. Los datos son alarmantes. De los encuestados,
sólo un 30% dijo haber sufrido abuso por parte de un extraño y el 70% restante
fue abusado por personas de su familia o cercanas a la misma. Un 25% de ellos
afirmó que el abuso se reiteró.
* Con el asesoramiento de María Inés
Bringioti- Presidente de la Asociación Argentina de Prevención del Maltrato
Infanto Juvenil