bebés & niños
Los sentidos del recién nacido
Cinco formas de captar el mundo: Vista, oído, olfato, gusto y tacto. Los sentidos ayudarán al recién nacido a percibir, intuir y experimentar, así como a solucionar problemas y desarrollar su personalidad. También le permitirán reconocer el peligro y relacionarse con los demás.
El
desarrollo de los sentidos comienza en el vientre materno, pero después del
nacimiento experimentan una gran evolución. Esto se debe a la cantidad de
estímulos que el bebé recibe del mundo exterior. Gracias a los sentidos, el
pequeño va entablando vínculos afectivos y descubriendo todo lo que lo rodea.
Enterate de qué manera lo hace.
La vista
En sus primeros días de vida, el bebé distingue los
colores fuertes, los contrastes de luminosidad y oscuridad. Enfoca a unos 20 o
30 cm. aproximadamente y esto va progresando. Esta es la distancia justa hasta
los ojos de mamá cuando ella lo amamanta.
Por
eso el bebé puede reconocer el rostro de la madre, aunque no lo distingue con
nitidez. Tiene preferencia por las caras redondeadas y los objetos de forma
esférica. Le gustan las cosas brillantes, especialmente las de color rojo.
El oído
Cuando un bebé nace es capaz de reconocer la voz de su
madre inmediatamente. Si el bebé llora o está inquieto, la voz de mamá puede calmarlo.
Ella le habla, le canta o le susurra y el niño tiende a tranquilizarse. Le
gustan los sonidos repetitivos y aquellos que se asemejan a los que oía dentro
de la panza. Por eso les agrada mucho escuchar los latidos del corazón de su
madre. Los ruidos intrauterinos se parecen a los de un motor, por lo cual al
bebé le encantará dormirse en el auto, oír el sonido del secador de pelo o la
aspiradora. Por el contrario, los ruidos repentinos, bruscos o muy fuertes
pueden sobresaltar y asustar al bebé.
Los
especialistas recomiendan hablarle al bebé desde que está en el vientre de la
madre y llamarlo por su nombre. También es una buena idea que los padres
escuchen música prenatal o de relajación. El bebé podrá reconocerla después del
nacimiento y se tranquilizará al oírla.
El olfato
Es uno de los sentidos más desarrollados en el recién
nacido. Puede reconocer perfectamente el olor de su madre y el de la leche
materna. Por tal motivo, cuando el pequeño duerme en el catre, se puede colocar
una prenda de la madre y eso lo tranquilizará.
Algunos
estudios realizados indican que si el bebé está frente a un paño impregnado con
el olor de la madre y otro con el olor de otra mamá, elegirá el que huele a su
mamá.
No
es conveniente usar perfumes en los primeros meses del bebé porque estos
olores lo confunden y pueden interferir
en el reconocimiento de los olores naturales, atentando directamente con el
éxito de la lactancia.
El gusto
Al nacer el bebé puede reconocer los sabores dulce,
salado, amargo y ácido. Obviamente prefiere el primero ya que la leche materna
es dulce.
Si
la madre ingiere alguna comida muy condimentada por ejemplo con mucho ajo, la
leche se saboriza y el bebé puede adaptarse. Lo que puede ser peligroso es que
mamá tome medicamentos no recomendados pata la lactancia.
Se
hicieron algunas pruebas con productos cafeinados y otras sustancias en las
madres que amamantan y se observó el cambio en el comportamiento del bebé. Se
pudo detectar que aumentaba su frecuencia cardíaca y esto viene estudiándose
cada vez más.
El tacto
El contacto piel a piel contribuye con el desarrollo
emocional y físico del bebé. Produce un fenómeno de neuro protección. Se sabe
que los niños van a desarrollar mejor el cerebro y el funcionamiento de las
neuronas se va a optimizar, en la medida que el bebé sea amado y protegido. El
niño sentirá todo ese amor en el abrazo piel a piel.
Este
contacto también va a desencadenar en la madre la producción de endorfinas y de
sustancias vasodilatadoras, que van a llegar hasta el hipotálamo, para generar
oxitocina. Cuando el bebé está en contacto con su mamá siente una emoción
intensa comparable a la del enamoramiento y la madre siente una profunda
sensación de bienestar y plenitud.
Los sentidos en el vientre materno
A partir de las 12 o 13 semanas de gestación, el bebé ya ha empezado a
desarrollar sus sentidos. En la semana 16 ya tiene la posibilidad de sentir los
sabores del líquido amniótico que está tragando. También desarrolla el
mecanismo de succión en su vida intrauterina y se han visto bebés que nacen con
las llamadas ampollas de succión en los deditos.
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*Con el asesoramiento de
Mario Del Barco. Jefe de Neonatología del Hospital Público Materno Infantil de
Salta