educación sexual
Sífilis
El aumento de personas infectadas con esta enfermedad de transmisión sexual en el mundo, en Latinoamérica y precisamente en Argentina, preocupa a la comunidad médica. Las cifras son contundentes y alarmantes sobre todo en Salta y Jujuy.
¿Qué es?
Producida por una bacteria llamada Treponema
Pallidum, la sífilis es una enfermedad de transmisión sexual que afecta
tanto a hombres como a mujeres. Esta infección tiene cura mediante un
tratamiento pero si no se diagnostica y medica tempranamente, puede generar
complicaciones mayores.
¿Cómo se contagia?
La sífilis puede ser
adquirida o congénita.
En el primer caso, es transmitida
por vía sexual luego de tener relaciones vaginales, anales u orales sin
preservativo con una persona que porte la enfermedad o por estar en contacto
con sus lesiones en la piel y en las mucosas (incluso si no hay penetración ni
intercambio de fluidos). También puede contagiarse por alguna transfusión de
sangre.
En el segundo caso, la
sífilis congénita es transmitida verticalmente de madre a hijo durante el
embarazo y puede ser causante de abortos espontáneos, muerte fetal,
malformaciones, daños neurológicos o de otras secuelas graves en la salud de
los pequeños.
¿Cuáles son los
síntomas?
Es una infección muy común porque la mayoría
de las personas no se dan cuenta de que la tienen. Los síntomas no son tan
visibles o perceptibles y pueden confundirse con los de otras enfermedades como
los granos o las erupciones en la piel.
Las señales de alerta se hacen
presentes dos o tres semanas después del contacto sexual sin protección y se
presentan en varias etapas que pueden superponerse u
ocurrir casi al mismo tiempo. Pueden variar y no siempre se manifiestan en el
mismo orden en todas las personas.
En la primera etapa aparece
una pequeña úlcera, la llaga de la sífilis. Esta erupción se llama chancro y es el lugar por donde entró la
infección al cuerpo. Suele ser firme, redondeada e indolora y puede situarse en
la vulva, en la vagina, en el ano, el pene o el escroto y algunas veces en los
labios o la boca. Hay que tener cuidado porque esta llaga es extremadamente
contagiosa y en ocasiones se sitúa en lugares menos expuestos y por ende, menos
visibles. Desaparece
sola después de 15 días y sin necesidad de ningún tratamiento ¡pero eso no
quiere decir que la enfermedad se haya ido!
Después de seis meses, comienza la segunda
fase de sífilis, caracterizada por las erupciones en las palmas de las manos,
de los pies o en otras partes del cuerpo. Es probable que la persona contagiada
tenga fiebre, dolor de garganta, ganglios inflamados, dolor de músculos y sufra
la caída de su cabello. Estos síntomas suelen durar entre 2 y 6 semanas y pueden
aparecer y desaparecer de forma intermitente durante un lapso de hasta 2 años.
Puede no haber síntomas pero la enfermedad está latente.
Si no se ha diagnosticado
bien y no se ha empezado un tratamiento, en la etapa tardía, la sífilis ya no
puede revertirse ni curarse, puede provocar tumores, ceguera, parálisis, puede
dañar el sistema circulatorio, el sistema nervioso, el cerebro y puede provocar
la muerte.
Diagnóstico y tratamiento
Claramente la detección temprana
de la enfermedad es clave. El diagnóstico se hace mediante un análisis de
sangre o mediante un estudio de los fluidos de las lesiones.
Para curar la sífilis, la OMS recomienda una única dosis de
penicilina benzatínica. Este antibiótico funciona y el tratamiento generalmente
es sencillo y eficaz, tiene éxito en las
primeras etapas de la enfermedad, no así en la última, ahí ya no hay nada que
hacer.
En
el caso de la sífilis congénita, el
control prenatal será crucial y debe hacerse a la embarazada y también a la
pareja.
¿Sabías qué?
En
la actualidad, la sífilis congénita tiene prevalencia más alta que el VIH en
Salta.
En
el Hospital Público Materno Infantil, nacen por año de 40 a 50 niños con
sífilis. La tasa de transmisión de esta infección es altísima, por cada 1000
partos de nacidos vivos, hay 5 o 6 casos de niños infectados.
La sífilis estaba casi erradicada de Argentina y el
resurgimiento de esta propagación se debe principalmente a la falta de uso del
preservativo en las relaciones sexuales y a la falta de información sobre el
tema.
*Con el asesoramiento de Adriana Falco.
Médica Infectóloga del Hospital Público Materno Infantil.