nutrición
Cuidado. Bebé comiendo.
Tu bebé ya comienza a comer y aparece un nuevo desafío a la
hora de elegir alimentos que sean saludables y a la vez deliciosos. Empieza a
experimentar sabores y texturas nuevas y a ¡enchastrarse! ¡Tranqui! ¡esa es la
parte más divertida! Sólo hay que tomarlo con calma y paciencia. Pensá que en
el futuro esos recuerdos de tu bebé cubierto de salsa de tomate y fideos en la
cabeza, serán de los más tiernos que guardarás.
Consejitos nutricionales a tener en cuenta:
1.
Vos tenés
la decisión al momento de comprar. Los niños desde muy chiquitos comienzan
a tener preferencias por ciertos alimentos y puede que se nieguen a probar
otros que tal vez en apariencia no sean de su agrado. Los padres son los que
hacen las compras y ese es el momento para elegir bien los alimentos y dejar
los menos saludables solo para ocasiones eventuales.
2. En la mesa manda él bebé. Mamá y papá
ofrecerán distintas opciones, pero será el bebé el que irá eligiendo lo que
quiere o no quiere comer en ese momento. También hay que darle libertad en
cuanto a la cantidad que desee ingerir.
3. No pretendan que se coma todo. Las
abuelas nos decían “no te levantás de la mesa hasta que el plato no esté limpio”.
La nueva nutrición nos dice que debemos permitir a nuestros hijos dejar de
comer cuando se acabe su apetito. Es importante que el niño pueda escuchar su
cuerpo y saber cuando ya ha comido lo necesario. Si aprende a reconocer la
saciedad y a actuar en consecuencia, es menos probable que coma más de lo que
debe.
4. No forzar. Puede que sea necesario
ofrecer varias veces un mismo alimento hasta que el niño no acepte, pero
forzarlo nunca será una buena alternativa.
5.
No a las
bebidas azucaradas. Son muy dañinas para la salud de los niños. Muchos
padres desconocen la cantidad de azúcar que están ingiriendo sus hijos a través
de gaseosas y jugos colmados de azúcares y conservantes. La mejor bebida es el
agua y la leche para los chicos. Si salimos a comer afuera o vamos a un
cumpleaños podemos permitir que las consuman, pero lo ideal es que no se vuelva
un hábito.
6. La comida no es ni premio ni castigo. Evitemos
frases del tipo “no vas a comer el postre si no terminás la comida” o “si te
portás bien, te compro un helado ”. Los chicos no deben asociar la alimentación
con ser premiados o castigados. Trastornos de la alimentación, obesidad,
bulimia y anorexia han sido asociados con este tipo de relación con la comida
en la infancia.
7. No digamos “te amo” con comida. Es un
error demostrar el amor que sentimos por nuestros hijos brindándoles comidas
calóricas y abundantes. Ellos pueden comenzar a utilizar la comida como
mecanismo para afrontar el estrés y las emociones negativas. En lugar de
recompensar a un niño a través de alimentos, lo abracemos, besemos, mimemos,
elogiemos, pasemos tiempo con él y sobre todo le prestemos atención.
8.
Seamos un
buen ejemplo. Los chicos hacen lo
que hacen sus padres. Seamos un buen modelo enseñando buenos hábitos
alimentarios, eligiendo lo mejor para nuestra nutrición.
9.
No a las
pantallas mientras comemos. Cuando
nos sentamos a la mesa, no deberían estar encendidos ni teléfonos móviles, ni
televisores. Los chicos se distraen, los padres también y ese momento que
podría ser aprovechado para estar juntos, dialogar y compartir tiempo de
calidad y atención plena termina siendo un momento de desconexión más. Los más chiquitos necesitan concentrarse en
los colores de su plato no en los colores que le ofrece una pantalla.