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El calostro

Comienza a producirse en el embarazo, pero no siempre sale antes del parto. Es una sustancia de color amarillo, más densa que la leche materna y que alimenta al bebé durante los 4 o 5 primeros días de vida.

Antes de producir leche materna, el cuerpo de una futura madre produce una sustancia muy rica llamada calostro. La misma comienza a generarse ya durante el embarazo, no siempre sale antes del parto y es el primer alimento que va a recibir el bebé durante los 4 o 5 días posteriores a su nacimiento.

Este líquido amarillo, es más espeso que la leche y tiene una composición parecida a la de la sangre. Es muy valioso porque protege al recién nacido de virus, hongos y bacterias. También posee inmunoglobulina. Es una vacuna perfecta para el bebé y no puede compararse al calostro de ningún animal.

Durante los primeros días de vida, puede que nos quedemos con la sensación de que el niño no se llena porque pide tomar la teta de manera frecuente. Esto tiene que ver con que el calostro se digiere muy rápido entonces el pequeño pedirá cada hora o cada media hora y no cada tres, como algunas mujeres piensan que sucederá. 

No hay de qué preocuparse, el niño queda satisfecho porque su estómago tiene el tamaño de una cereza y en cada mamada toma entre 5 y 7 mililitros lo que es suficiente para un pequeñito de su tamaño.

Esas gotitas que ingiere lo ayudan también a limpiar el aparato digestivo. El calostro estimula la primera deposición del bebé, llamada meconio, que es una caquita de color negro. Mientras más tome el pecho, más rápido se  va a eliminar este desecho y de este modo también se va a prevenir la bilirrubina.

Por esto, también es importante respetar la primera hora de vida como una hora sagrada para que el bebé inicie la lactancia y el apego con su madre. En esta primera hora el niño está más alerta y sino aprovechamos este valioso tiempo puede que después se duerma por varias horas.

Las mamas deben ser vaciadas totalmente, cuando están llenas de calostro también, por eso la mamá debe colocar a su hijo en dos posiciones, la tradicional y la invertida (pelota de rugby). Si amamantamos frecuentemente y a libre demanda a los 4 o 5 días se producirá lo que se conoce como “la bajada de la leche”. Hasta los 15 o 20 días será una leche de transición y al mes ya estará completamente madura.

Recordemos que la leche materna contiene células vivas que van cambiando de acuerdo a las necesidades del bebé. Incluso la leche que el niño toma por la mañana es distinta a la que toma a la tarde. Va cambiando de composición en un mismo día. 


Con e asesoramiento de Mirta Machuca. Asesora en Lactancia. Nutricionista. 





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