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Los diferentes tipos de termómetros
Existen distintos tipos de termómetros, y a muchos de ellos ya los conocemos. Aquí te contaremos los 7 modelos que se consideran más importantes.
Pueden presentarse con diferentes escalas, como la centígrada, la
Kelvin y la Fahrenheit, además de tener mecanismos especiales para tomar
temperaturas en objetos subacuáticos o que se encuentran en movimiento.
1. Termómetro de vidrio o de líquidos
El termómetro de vidrio, también conocido como termómetro de
líquidos, es el tipo de termómetro más conocido y prototípico. También es
llamado termómetro manual o de mercurio, dado que, tradicionalmente, iba
relleno de este metal líquido y no requiere de baterías para funcionar.
Eventualmente, el mercurio fue sustituido por otras sustancias, dado que este
elemento es tóxico.
Es muy usado en el ámbito doméstico cotidiano, gracias a que es
sencillo de manejar, no requiere de baterías y es relativamente fácil de conseguir.
2. Pirómetros o termómetros sin contacto
El pirómetro, o termómetro sin contacto, es un tipo de termómetro
que trabaja sin que sea necesario tocar el objeto cuya temperatura se quiere
medir, midiendo la temperatura mediante infrarrojos.
En comparación con los termómetros de vidrio, los pirómetros
funcionan de una forma mucho más sofisticada. Disponen de una lente que capta
la radiación infrarroja que emiten los cuerpos. Estas radiaciones varían en
intensidad en función de la temperatura del objeto mismo. Así pues, a más
temperatura mayor radiación.
La lente dispone de un sensor que transforma esta radiación
infrarroja en corriente eléctrica, la cual viaja por un circuito que,
finalmente, hará que una pantallita nos indique la temperatura del objeto evaluado.
Son varios los usos de los pirómetros, tanto en el ámbito doméstico
como en lugares más especializados.
Se pueden utilizar con bebés recién nacidos, especialmente si
tenemos en cuenta que son muy sensibles y que colocarles un termómetro de
vidrio puede molestarles, haciendo muy difícil la medición. Gracias a que los
pirómetros se pueden utilizar sin tocar al bebé, se pueden usar mientras está
dormido. Solo basta con proyectar la luz del aparato y registrar su
temperatura.
3. Termómetros con lámina bimetálica
Los termómetros con lámina bimetálica miden la temperatura por medio
de un mecanismo que contiene dos tipos diferentes de metal, los cuales, en
función de cómo se contraigan o se dilaten, ayudarán a indicar la temperatura
del objeto al que se le está tomando la temperatura.
Los termómetros con lámina bimetálica poseen un mecanismo con dos
láminas metálicas. Una está hecha con un metal con alto coeficiente de
dilatación, mientras que la otra posee un bajo coeficiente.
Esta lámina bimetálica se encuentra formando una espiral en el
interior de un tubo. La espiral se encuentra soldada de un extremo a otro de
ese capilar, sujeta a una varilla de transmisión. A su vez, la varilla de
transmisión está soldada a un aguja la cual indicará la temperatura del objeto
medido.
Los termómetros de lámina bimetálica no se suelen usar en lo
doméstico, pero sí en procesos industriales en los que se tienen que medir sustancias
agresivas o peligrosas.
Algunos ejemplos de usos de estos instrumentos los tenemos en la industria
farmacéutica, alimentaria, química, textil y petroquímica.
Estos termómetros, a diferencia de los pirómetros, establecen
contacto directo con la sustancia a tomarle la temperatura. Pueden registrar
temperaturas desde los -70ºC hasta más de 600ºC.
4. Termómetros
de gas
Los termómetros de gas son unos instrumentos poco usados en el
ámbito doméstico, pero sí en el industrial. Contienen en su interior un gas,
usualmente nitrógeno, con el cual es posible medir la precisión y fiabilidad de
otros instrumentos térmicos.
Los termómetros de gas constan de varias partes. La primera es un
elemento que se encarga de medir la presión, el cual va conectado a un capilar
y, al mismo tiempo, este elemento se conecta a una ampolla, parte la cual es la
que se expone a la temperatura que se desea medir.
El mecanismo de este instrumento empieza a funcionar cuando el
dispositivo se llena de gas a presión, siendo el más utilizado el nitrógeno. El
gas se encuentra en la ampolla y, en función de la temperatura de lo que se esté
midiendo, este gas empujará unas manillas, con las cuales se indica la
temperatura del mismo.
Los termómetros de gas se usan especialmente para comprobar que
otros termómetros funcionan correctamente, gracias a que poseen una alta
precisión y rango de medición. El problema es que, como son instrumentos cuyo
uso es muy complejo, tardan bastante en medir la temperatura, además de que en
el ámbito doméstico son difíciles de aplicar.
Su rango de medición de la temperatura va desde los -450ºF hasta los
1000ºF (-268 ºC a + 538 ºC).
5. Termómetros
de resistencia
En el siglo XIX se descubrió que la resistencia eléctrica de un
objeto variaba en función de la temperatura del mismo. Es por esto que, en
1871, Wilhelm Siemens hizo la propuesta de utilizar platino para medir la
temperatura. Más tarde, entrados en el siglo XX, se inventaría el termómetro de
resistencia, que usaría, en esencia, el mismo mecanismo propuesto por Siemens.
Hoy en día el material usado en el termómetro de resistencia puede
variar. Si bien hay modelos que siguen usando el platino, también los hay de
cobre y de tungsteno. No obstante, el platino es considerado el material idóneo
para la medición de temperatura.
Los termómetros de resistencia toman la temperatura evaluando el
comportamiento de un alambre de platino, o de otros metales, que se encuentra
integrado dentro del termómetro. Este alambre va ligado a una resistencia
eléctrica, la cual cambia en función de la temperatura
Su capacidad de medición es sumamente amplia, yendo de los 200°C a
los 3568°C, y toman su tiempo en medir la temperatura. Se suelen usar para
tomar la temperatura de exteriores.
6. Par térmico
o termopar
Se parecen a los termómetros de resistencia, dado que miden la
temperatura a partir de una resistencia eléctrica que produce voltaje, el cual
varía en función de la temperatura del objeto medido.
Este dispositivo consta de dos hilos de metal que se encuentran
unidos en un solo extremo. La unión viene a ser el punto de medición, mientras
que los extremos se les identifica como junta caliente y junta fría.
Los extremos de este mecanismo deben colocarse en el objeto que se
quiere medir. Esto hará que el punto de medición se caliente, provocando una
tensión eléctrica, generando un voltaje que es proporcional a la temperatura de
objeto.
Los pares térmicos dan la temperatura de forma rápida y eficaz. Por
este motivo se suelen usar en laboratorios, sobre todo en procesos en los que
se tiene que medir la temperatura o la fuerza electromotriz necesaria para
calentar la soldadura de dos metales distintos.
7. Termómetros
digitales
Los termómetros digitales son termómetros muy parecidos a los de
vidrio, dado que se usan como un sustituto electrónico de los mismos. Llevan
bastante tiempo arrebatándole la popularidad a los más clásicos, y tienen sus
ventajas y sus inconvenientes en comparación con los de vidrio.
Los termómetros digitales miden la temperatura a través de un
mecanismo que capta la energía mediante una resistencia. La resistencia genera
una corriente eléctrica que viaja por un circuito, el cual se encarga de
transformar la electricidad en un valor que aparece en una pantalla, indicando
la temperatura del cuerpo medido.
Este tipo de termómetros son muy prácticos y fáciles de usar, además
de ser económicos. Son más seguros que los clásicos de tubo de vidrio,
especialmente en comparación con los que usan mercurio.
Tienen diferentes tamaños y utilidades. Existen termómetros
digitales especializados en la toma de temperatura de recién nacidos, hechos de
materiales suaves y flexibles que no lastimen las encías de los bebés cuando
son introducidos por vía oral.
En cuanto a otros ámbitos, tenemos aplicaciones muy diversas de
termómetros digitales en la industria, el hogar, acuarios, repostería,
jardinería y veterinaria.
En promedio, estos termómetros dan el resultado pasados dos o tres
minutos. Algunos tienen memoria, almacenando los últimos resultados de medición
de temperatura, así como indicadores de luz y sonido que nos avisan de cuándo
ya ha medido la temperatura.
Una desventaja es que necesitan pilas para funcionar, las cuales
pueden agotarse. Sin embargo, estas pilas pueden ser bastante duraderas,
fáciles de conseguir y de costo reducido.