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¡Valorate!
Valorarse es quererse y querer a todas aquellas personas que forman parte de tus afectos. Muchas veces en el afán de cumplir con las obligaciones cotidianas, vamos postergándonos y descuidando nuestra salud. Pero deberíamos pensar que para poder estar bien para los demás, primero hay que estar bien con una misma.
Las mujeres de hoy solemos vivir a mil, preocupadas por cumplir con todas las actividades que tenemos a diario en los distintos ámbitos. Corremos, nos desesperamos por llegar a horario, vamos y venimos todo el día, pero al final nos las ingeniamos para terminar nuestras tareas y estar siempre a disposición de los hijos, la familia, los amigos y el trabajo. En esta vorágine, lo que nos pasa seguido, es que en nuestra lista de prioridades, hay un montón de pendientes antes que el cuidado del cuerpo y la salud.
Sabemos que tenemos que ir al médico, que tenemos que hacernos estudios o que no deberíamos olvidar hacer por ejemplo el autoexamen de mamas. Sin embargo, siempre hay algo que hacer y vamos postergando lo verdaderamente importante. Con esto no estamos diciendo que el tiempo entregado a los que amamos no sea importante, pero sí que es hora de empezar a pensar en nosotras mismas para poder estar bien para los demás.
Por otra parte, cabe considerar que el “a mí no me va a pasar” es una creencia tan errónea como omnipotente. Nadie está exento a la posibilidad de enfermar por distintas causas. Todos estamos expuestos a la contaminación ambiental y cualquiera puede verse afectado por el mismo estrés que acarrea, la mala alimentación o los hábitos dañinos como fumar tabaco, beber alcohol, consumir drogas o el sedentarismo.
La incidencia de cáncer ha crecido en los últimos años en todo el mundo y la Organización Mundial de la Salud advirtió que si no se toman las medidas de prevención necesarias podría aumentar hasta en un 50% hasta el año 2020, llegando a 15 millones de nuevos casos. En las mujeres uno de los cánceres más comunes es el de mama y el mismo tiene cura en estadios tempranos, por eso es que se vuelve tan transcendental la detección temprana.
Tomar conciencia de esto e informarse sobre las formas de prevenir o encontrar a tiempo alguna anormalidad, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
FACTORES DE RIESGO
- Sexo: 99% en mujeres
- Edad: 85% en mayores de 40 años
- Primer embarazo después de los 34 años
- No tener hijos
- No haber amamantado
- Consumo de alcohol
- Terapias hormonales a largo plazo o recientes
- Obesidad
- Mala alimentación
- Menopausia
AUTOEXAMEN DE MAMA
*Frente al espejo observa tus senos, primero con los brazos colgando libremente, luego con las manos presionando la cintura y finalmente elevándolos por encima de la cabeza.
Intenta detectar:
- Diferencias entre una y otra mama
- Alteraciones en el tamaño, forma, contorno (bultos, durezas, retracciones del pezón)
- Anormalidades en la piel (ulceración, eczema, etc.)
*También debes realizarla acostada porque en esta posición los músculos están relajados y se facilita la palpación.
Al examinar la mama derecha, coloca una almohada bajo el hombro derecho y eleva el brazo de este lado, situándolo detrás de la cabeza, a la altura de la nunca. Después con los tres dedos centrales juntos y planos de la mano izquierda, realiza movimientos espirales alrededor de la mama, presionando suave pero firmemente con las yemas de los dedos y efectuando movimientos circulares en cada punto palpado, desde la periferia hasta el pezón y en el sentido de las agujas del reloj.
*Efectúa movimientos verticales, desplazando la mano hacia arriba y hacia abajo cubriendo toda la mama. Luego, realiza los movimientos de cuadrantes, en los cuales la mano se desplaza desde el pezón a la periferia de la mama y se regresa hasta cubrir todo el seno.
*En la misma posición, hay que palpar la axila, la areola y el pezón, presionándolo entre los dedos pulgar e índice y observando si presenta alguna secreción.
Sabías que?
Sólo el 20% de las mujeres se realiza en autoexamen de mama. El mismo debería realizarse cada mes, unos días después de la finalización de la menstruación, a partir de los 20 años de edad.
Con el asesoramiento de Alejandro Castellani. Médico especialista en Ginecología y Mastología.