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¿Cómo ayudar a los niños después de tantos días de aislamiento?
En los medios de comunicación sólo se habla del
COVID-19 y de los estragos que hace en
el mundo. Los adultos estamos muy preocupados ante esta situación que genera
gran incertidumbre, pero es importante considerar que en los niños pueden
presentarse también situaciones de ansiedad, tristeza, depresión o
irritabilidad producto de tantos días de encierro y teniendo en cuenta que sus
vidas también sufrieron un cambio aprupto en general.
Algunas recomendaciones para apoyar y contener a los niños,
niñas y adolescentes:
1. Ayude a los niños,
niñas y adolescentes a encontrar formas positivas de expresar sentimientos
perturbadores como el miedo y la tristeza. A veces, participar en una
actividad creativa, como jugar y dibujar, puede facilitar este proceso. Los
niños, niñas y adolescentes se sentirán aliviados si pueden expresar y
comunicar sus sentimientos perturbadores en un ambiente seguro y de apoyo.
2. Mantenga a los
niños, niñas y adolescentes cerca de sus padres y/o referentes afectivos, si se
considera seguro para ellos, y evite separarlos de sus cuidadores tanto como
sea posible. Si un niño, niñas o adolescente necesita ser separado de su cuidador o referente afectivo
principal por algún motivo,
asegúrese de que el cuidado alternativo sea apropiado y que un trabajador social, o equivalente, haga
un seguimiento regular del niño. Además,
asegúrese que durante los períodos de separación, se mantenga un contacto regular con los padres y cuidadores,
mediante llamadas telefónicas o video llamadas
programadas dos veces al día u otra comunicación apropiada.
3. Mantenga rutinas
familiares en la vida diaria ya que ayudan a organizar el tiempo durante el
período de distanciamiento social. Intenten generar actividades atractivas
apropiadas a la edad de cada uno. En la medida de lo posible, anime a los
niños, niñas y adolescentes a continuar los vínculos con amigos, amigas y
compañeros de colegio a través de las redes sociales y los medios que tenga
disponibles. La existencia de periodos de actividades escolares, momentos de
recreación y alguna actividad física es importante para evitar exceso de
ansiedad, tristeza y malestar que puede generar la situación de ausencia de
contacto social.
4. Enseñe a los
niños, niñas y adolescentes a protegerse a sí mismos y a sus amigos.
Animarlos a lavarse las manos con frecuencia y enseñarles a cubrirse la tos o
estornudos con el codo. Asimismo, recuérdale que evite tocarse los ojos, la
nariz y la boca; ya que las manos facilitan la transmisión. Explíquele que si
se siente mal, debe comunicárselo a un adulto.
5. Bríndeles apoyo
afectivo. Es posible que los niños, niñas y adolescentes no distingan las
imágenes que ven en las pantallas de su propia realidad personal y crean que
corren peligro inminente. Es fundamental ayudarlos a lidiar con el estrés,
ofreciéndoles explicaciones acordes a su capacidad de entendimiento, con
lenguaje sencillo, oportunidades para jugar y relajarse siempre que sea posible.
6. Cuídese. Podremos
ayudar mejor a los niños, niñas y adolescentes si nosotros también estamos
sobrellevando la situación. Ellos percibirán la reacción a las noticias, así
que les ayudará saber que los adultos están tranquilos. En caso de sentir
ansiedad o mucha preocupación, es importante tomarse un tiempo y hablar con
otros familiares, amigos o personas de confianza.
7. Responda a las
reacciones del niño, niña o adolescentes de manera paciente, escuche sus
inquietudes y bríndele atención y apoyo. Trasmítale seguridad y recuérdele que esta situación es transitoria. Hágale
saber que es natural que se sienta
molesto o enojado.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación