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¿Cómo elegir el jardín para los más chiquitos?

A la hora de buscar una institución que se ocupe del cuidado y enseñanza de los hijos, los padres se preocupan por la seguridad, la infraestructura y la contención que el niño recibirá.  Por eso es muy importante saber de antemano lo que queremos y tener claro que hay un proceso de adaptación que tanto el bebé, como los papás deberán  transitar.

Tomar la decisión de llevar a los más pequeños de la casa a un jardín, puede resultar sumamente difícil.  Es posible que se produzca el primer desprendimiento entre la mamá y el bebé. Por eso los padres deben estar convencidos del paso que están dando.

Además deben disponer de tiempo para poder elegir cuidadosamente la institución y acompañar la adaptación del niño a este nuevo ámbito del que formará parte. Si tenemos claro qué es lo que buscamos  y qué esperamos como papás,  la elección va a ser más sencilla.

Existe una diferencia entre las guarderías y jardines maternales. En la guardería se trabaja sólo en las necesidades básicas de los chicos (alimento, sueño, pañales, etc.) y en el maternal, se elaboran proyectos de acuerdo a la edad madurativa y cronológica del niño y se utiliza el juego como el más poderoso método de aprendizaje. Además, el personal debe estar conformado por profesionales de la educación, especializados y debidamente capacitados.

10 consejos

1.                 Conocer y recorrer  las instalaciones

2.                 Averiguar si el jardín cumple con las normas de seguirdad, salubridad e higiene

3.                 Consultar si hay escaleras, juegos y peloteros con la debida protección

4.                 Observar si hay auxiliar permanente de limpieza

 

5.                 Las ventanas y tomascorrientes deben estar fuera del alcance de los niños

6.                 Preguntar cuántos chicos  y maestras hay en cada sala.

7.                 El sitio donde se preparan las mamaderas debe estar lejos de los baños

8.                 Verificar que los niños no tengan acceso a la cocina

9.                 Confiar en lo que cuenta el niño. No subestimarlo.

10.     Mantener  un diálogo fluido con las docentes.

 

 

Actualmente,  muchas normas no se cumplen por falta de control del estado. Las instituciones educativas que trabajan con niños deben contar con rampas y columnas recubiertas.  Todo tiene que estar acondicionado, para que los chicos no se lastimen y puedan moverse con tranquilidad.

Si tenemos en cuenta todas estas sugerencias, podremos encontrar el lugar más adecuado, para que nuestros hijos puedan aprender jugando, socialicen y compartan con la maestra y los compañeros,  una etapa tan importante de su desarrollo.


 Con el asesoramiento de Silvina Di Summa. Directora de Aprendijuegos. Maternal y Pre jardín. 







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