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¿Qué tipo de mamá sos?
¿Cariñosa o cascarrabias? ¿Estricta o
relajada? ¿Aventurera o miedosa? Todas las mamás tienen ciertos rasgos de personalidad
que se evidencian con notoriedad en la forma de criar a sus hijos.
La personalidad está
formada por un conjunto de características y cualidades psíquicas que
configuran la manera de ser, pensar, sentir y actuar de una persona ante
determinadas circunstancias. Los rasgos
más representativos y evidentes de la personalidad de una mamá se reflejan en
sus comportamientos y en su manera habitual de responder a sus hijos y a los
estímulos externos que los rodean.
Lo ideal sería que
los aspectos positivos de cada tipo de mamá convivan en cada mujer, lo que esto
favorecería al desarrollo y evolución sana de la psiquis de sus niños
¿Con cuál te identificás?
ü Estricta:
reglas y normas ante todo, este tipo de mamá impone su autoridad, le gusta dar
órdenes y ser obedecida. Es exigente y perfeccionista. No se concentra en el
proceso de aprendizaje sino en el resultado. No hace foco en las habilidades de
su hijo sino en el hijo que ella quiere tener. Por eso lo inscribe en cuanta
actividad extracurricular aparece y le demanda cumplir estrictamente con
horarios y tareas.
ü Relajada: es
permisiva y desestructurada. Sus horarios son flexibles y deja que los chicos
elijan si quieren o no realizar una actividad. El problema se presenta cuando
“la relajada” se va al extremo y pasa a ser una “despreocupada” que no presta
atención a las necesidades del niño, ni le inculca hacerse cargo de sus
obligaciones y responsabilidades.
ü Obsesiva: necesita
tener todo bajo control, que sus hijos coman muy sano, que no se ensucien al
jugar, que todo permanezca desinfectado y libre de gérmenes. Es de las que
ordena los juguetes y la ropa por tamaño y color. Con tantas barreras
condiciona a sus niños y no les permiten explorar y disfrutar del mundo que los
rodea. Esto a la larga ocasiona que tengan serias dificultades para tomar
decisiones.
ü Cascarrabias: reniega
todo el tiempo, suele andar con el ceño fruncido y se enoja con facilidad.
Refunfuña y grita para llamar la atención de los chicos. Este tipo de
comportamiento un tanto agresivo es tomado como ejemplo por los chicos, quienes
lo replican con otras personas de su entorno. Sus hijos en lugar de tenerles
respeto, les tienen miedo y recelo.
ü Sobreprotectora:
proteger a los hijos es algo que a toda mamá le surge por instinto, pero cuando
esta protección se sobredimensiona estamos frente a un problema. La mamá
sobreprotectora pretende que sus niños crezcan dentro de una cajita de cristal
y no les brinda la libertad que necesitan para aprender a defenderse solos, a
solucionar problemas y enfrentar sus temores.
ü Creativa: siempre
inventa algo nuevo y divertido para hacer, es de las mamás que llenan la casa
de cartulina y goma eva e incentiva a los chicos a desplegar su imaginación. Con
ella nadie se aburre, siempre aparece con una receta o un lindo cuento para
entretener a los peques.
ü Culposa: pasa
menos tiempo con sus hijos del que quisiera y eso le provoca remordimiento. Es
de las que trabajan mucho y tiene horarios rigurosos. Se siente insatisfecha y
angustiada. Intenta equivocadamente compensar su ausencia con objetos
materiales.
*Con
el asesoramiento de Alejandra Cabrera. Licenciada en Psicología.