de portada
Belqui Otamendi "Los educo con amor y firmeza"
Belqui Otamendi es comunicadora
social y desde hace muchos años nos acompaña como una de las caras más hermosas
de la televisión salteña. Su chispa y buena onda traspasan la pantalla y lo
mismo pasa cuando llega al estudio de fotos con sus hijos para la sesión de
portada, desborda alegría y energía positiva. En esta nota nos cuenta cómo es
como mamá y confiesa que educa a Tadeo y Damiana con amor y firmeza pero sobre
todo con una crianza democrática basada en el diálogo.
¿Qué tipo de crianza
elegís para tus hijos?
La verdad nunca me había puesto a
pensar qué tipo de crianza quiero para los chicos, pero creo que somos bastante
democráticos con mi esposo. Charlamos mucho con ellos, tratamos de permitirles
ciertas cosas que quizás en nuestra época no se permitían tanto.
Somos de escuchar mucho lo que les
pasa, las consultas que tienen, nos gusta conversar, guiarlos, poner reglas,
pero siempre acompañándolos en absolutamente todo. Los chicos saben que si les
damos una orden o ponemos una penitencia, también les vamos a explicar las
razones para que puedan entender dónde estuvo el error. Buscamos un punto de
equilibrio en ese sentido.
¿Cuáles son los
ingredientes que no pueden faltar en tu fórmula de crianza?
Amor y firmeza tienen que estar, pero
el ingrediente que no puede faltar es el diálogo. Podemos demostrar el amor que
sentimos por nuestros hijos en cada acto, pero considero que también es muy
importante decírselo, recordarles a cada momento cuánto los amamos. A medida
que los chicos crecen puede que el diálogo se vaya perdiendo, por eso yo
intento mantenerlo y que se pueda hablar de lo que sea, de cosas buenas y
malas, poder charlar cuando hay algún problema.
¿Qué opinás de la
crianza con apego?
Considero que es una opción. Respecto
al colecho puedo decirte que hasta ahora disfruto de dormir una siesta o alguna
noche con mis hijos. Me parece que a veces es una necesidad de los padres más
que de los niños. Con Tadeo me pasaba que mi esposo hacía viajes de un mes y
cuando él cruzaba la puerta, yo inmediatamente lo pasaba al bebé a mi cama. Y
en la actualidad, si alguno de los dos está enfermo, duermo con ellos, para
controlar la fiebre o el malestar, pero también como una forma de demostrar
amor, abrazarlos y mimarlos.
¿Mamá o amiga?
Una mamá tiene que construir con su
hijo una relación de muchísima confianza, a través del diálogo, para poder
solucionar así cualquier tipo de inconveniente, problema o duda que se pueda
presentar. También intenta ser la persona con la que ellos quieran compartir
alegrías, logros, triunfos, pero hay que pensar que cuando sos muy amiga de tus
hijos, pasás por alto algunas reglas o normas que deben existir. Ellos se
sienten con la libertad de decir ¿por qué le voy a hacer caso, si nos tratamos
de igual a igual?
Me parece que por lo menos en los primeros
años, es importante que sepan que tienen una compinche incondicional y un lugar
de refugio absoluto pero que también mamá será la primera persona en marcar
errores y corregirlos para forjar un buen camino cuando pasen los años. Ya en
la madurez nos van a considerar una buena amiga seguramente.
¿Los padres de hoy
prestan la suficiente atención a sus hijos?
Pienso que sí. Al menos, nosotros
como padres somos de prestar mucha atención a sus necesidades, somos de hablar
de todos los temas. Pasa que por ahí volvés cansado de trabajar todo el día y
no te da el cuerpo para ponerte a jugar a la pelota, pero por lo menos nos
sentamos a conversar, a jugar al dominó, a leer un cuento o reírnos. Compartir
tiempo de calidad para nosotros es importante.
Nos pasa muchas veces que apagamos el tele, ponemos música y nos ponemos
a bailar.
¿Cómo te llevás con
poner límites?
Me llevo muy bien con poner límites
en casa, yo soy como la más estricta, aunque a veces me cuesta y me duele
sentir que fui muy dura; me encierro a llorar en el baño y hablo con mi marido
al respecto. Alguna vez les he quitado la play o los he dejado sin ir a un
cumpleaños. Siempre explico los motivos de los límites que pongo ¡eso sí!
Los límites les marca a los chicos hasta dónde pueden llegar.
¿Qué es lo que más te
aplaudís como mamá?
¡Mis hijos deberían responder esa
pregunta! (risas) Mmmm… creo que puedo aplaudirme una capacidad que tenemos la
mayoría de las madres y que es la capacidad de multiplicarnos para poder cumplir
con muchas tareas a la vez, nos convertimos en una especie de pulpo. No se si
siempre me sale tan bien, pero creo que es una cualidad que en general tenemos
todas las mamás.
¿Cambiarías algo de tu
experiencia como mamá?
Cometí muchos errores y ¡los sigo
cometiendo! pero considero que cada uno de ellos me hizo aprender y mejorar en
mi rol de mamá. Me quedo por ahí con los primeros meses de madre primeriza con
Tadeo bebé porque muchas veces me puse más nerviosa de lo que debía y me ahogué
en un vaso de agua al principio. Con el tiempo me di cuenta de que no era tan
catastrófico lo que en ese momento consideraba tan grave. Bajaría un cambio en mis primeros meses como
mamá.
¿Cuáles son tus
herramientas o recursos vinculados a la crianza?
No se si tenemos herramientas, nos
movemos por instinto o sólo tratamos de dar el ejemplo. Les enseñamos a ser
solidarios y respetuosos. Ellos ven cómo nos manejamos en la vida y obviamente
esas cosas se contagian.