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Cecilia Roldán "El deseo de ser mamá"

“Le puse León porque es el reflejo de todo lo que luchamos mi esposo y yo para ser padres. Hay mujeres que dicen no puedo y se rinden, yo las incentivo a que sigan hasta el final y defiendan el deseo de ser mamá”- dice Cecilia, emocionada mientras vé jugar a León cerquita suyo.

Cuando tenía 21 años, Ceci trabajaba en la farmacia de su familia y esporádicamente hacía promociones en algunos eventos. Muy pronto, sus rasgos y su simpatía la llevaron a ganar concursos de belleza provinciales y, cuando menos se dio cuenta, ya estaba representando a Salta en un certamen nacional.

Después de ganar su primer concurso a nivel país, Cecilia recibe la propuesta de un manager para estudiar en Ecuador y convertirse en Miss. Aprendió pasarela, protocolo, etiqueta y couching durante un año y luego se dedicó a viajar por el mundo. Estuvo viviendo en 13 países a lo largo de 6 años y en ese tiempo ganó dos importantes certámenes de belleza. Era el momento ideal para retirarse pero la propuesta de irse a Alemania, contratada por una escuela topísima de modelos, no tardó en llegar.

Las cartas estaban echadas y el futuro en el país del Primer Mundo era muy prometedor, por eso Cecilia regresó a Salta sólo a despedirse de su familia. Faltaban horas para el vuelo, cuando el amor, bajo el nombre de Pablo, le cambió los planes. Estuvo 4 meses afuera hasta que decidió volver pero esta vez… ¡para quedarse!

“Todos pensaban que estaba loca porque rompí el  trato internacional y me la jugué. Podía salir bien o mal, pero el corazón me decía que tenía que apostar”-nos cuenta Ceci con una sonrisa que ocupa todos los caracteres de esta nota.

El sí

Al año, Pablo le propuso casamiento y la respuesta fue un sí… pero antes ella tuvo que renunciar a sus coronas. Así que para no perder más tiempo, el mismo día de su boda hizo la ceremonia de renuncia a ser Miss para convertirse en la “señora de”.

A los 2 años, se propusieron ser padres pero ella comenzó a tener problemas: quedaba embarazada y perdía a los bebés.  Después de varios intentos y de visitar a muchos médicos, estuvo a punto de abandonar la búsqueda… pero el deseo de ser mamá fue siempre más fuerte.

Hasta el último aliento

Por recomendación de una amiga, llegó hasta un doctor que le pidió 17 estudios. Se hizo todos… ¡menos el último! Le tenía terror a la punción en el útero hasta que su esposo la convenció.

Efectivamente, en ese último estudio, los profesionales descubrieron que tenía una bacteria alojada en el útero que impedía que el corazón del bebé se desarrollara, una bacteria  proveniente de un hongo que ella había tenido en la uña cuando era muy chica. Ese hongo nunca se fue y mutó en la sangre hasta convertirse en bacteria, se alojó en las trompas de Falopio y después en el útero.

“Era una guerra entre el bebé y la bacteria. Hay mujeres a las que no les pasa nada y otras como yo. La bacteria mataba al bebé. ¡Era una semana de antibiótico y me curaba!”- exclama Cecilia.

Cumplió con el tratamiento y volvió a hacerse la punción. Negativo. Ya no había ninguna bacteria en su útero. Y positivo, al mes, el test dio positivo. Por fin ¡Cecilia ya estaba embarazada!

León en camino

“En toda mi vida siendo modelo, jamás me cuidé. Comía de todo, me encantaban las milanesas con papas fritas y toda la comida chatarra. Pero desde el día uno de embarazo de León, deseaba jugo natural de naranja, frutas frescas, ensaladas ¡y tomaba agua!”- dice Cecilia, mientras se ríe.

Mientras estuvo con León en la panza, salía al centro a hacer trámites pero no encontraba ninguna confitería para consumir cosas sanas como una tortilla de avena con miel, por ejemplo. Entonces se le ocurrió comenzar a hacer mesas de este tipo para eventos. Así comenzó el emprendimiento que al principio era chiquito pero rápidamente la demanda aumentó.

 Por eso cuando Ceci vió un local desocupado, no dudó en alquilarlo para poner un almacén saludable y lo llamó Arté de León.

El Arte de León

Primero fueron 2 mesas y después 4, 6 y finalmente 8. El local comenzó a ampliarse y muchas mamás se hicieron visitantes asiduas porque además de ser un lugar en el que pueden comer sano, están tranquilas mientras sus hijos juegan cerca de ellas en una salita equipada. 

Además, Arté de León es uno de las pocos locales que tiene cambiador de bebé en el baño de mujeres y en el de varones. Y como si esto fuera poco ¡es una confitería pro lactancia! Cualquier mamá que esté caminando por el centro y tenga necesidad de amamantar a su bebé puede acercarse a Santiago del Estero 612 y hacerlo tranquila, en un lugar cálido y sin necesidad de consumir nada.

“Se llama ARTÉ DE LEÓN  porque mi hijo me enseñó a comer saludable, él fue dictándome el rumbo de este proyecto, así que es el resultado de su arte y de lo que él hizo conmigo como mamá”.







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