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El lavado de manos
El lavado de manos se ha vuelto una práctica muy importante para la salud pública ya que previene enfermedades y ayuda a salvar vidas. Lo ideal es hacerlo con agua y jabón pero lo cierto es que esto es poco frecuente ya que la mayoría de las personas piensan erróneamente que sólo con agua se pueden eliminar correctamente los gérmenes.
Cada año mueren casi cuatro millones de niños
y niñas menores de cinco años, a causa
de enfermedades infecciosas y respiratorias en todo el mundo. Se estima que con
el lavado de manos con agua y jabón se evitarían por lo menos un millón de esos
decesos.
Nuestras manos están en permanente contacto
con gérmenes y si no realizamos un buen lavado, se convierten en las
principales transmisoras de virus, bacterias y parásitos.
Más sanos con las manos limpias
Está muy bien que los chicos se ensucien y se
tiren al piso porque es parte de su desarrollo y esto los ayuda a crecer
fuertes y sanos. Ellos se adaptan
fácilmente al medio ambiente en el que viven y su sistema inmunológico se
fortalece rápidamente. Por eso es fundamental que las mamás estén atentas a la
higiene personal de sus hijos como así también del hogar, pero sin exagerar. Hasta
los 3 meses de vida, la inmunización del bebé es deficiente, por lo que la mamá
deberá mantener todo impecable y debidamente esterilizado, pero más tarde ella
podrá relajarse y permitir al bebé explorar el mundo y tocar las distintas
superficies.
El tiempo estimado de un lavado de manos
correcto va de 15 a 30 segundos. Podemos enseñarles a los niños que es el tiempo,
por ejemplo, que demoramos en cantar la canción del “feliz cumpleaños”.
¿Cuándo es propicio?
I Antes
y después de manipular alimentos, cambiar pañales y amamantar.
I Antes
de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.
I Después
de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.
I Después
de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar
I Luego
de haber tocado objetos “sucios”, como dinero,
llaves, etc.
I Cuando
se llega a la casa de la calle, el trabajo o la escuela.
I Antes
y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.
I Después
de haber estado en contacto con animales.
Con el asesoramiento de Luis Cataldi. Médico
Pediatra