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Mamá con VIH ¿Cómo evitar la transmisión al bebé?
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana)
se transmite por vía sexual o compartiendo agujas con una persona infectada,
pero también de una madre a su bebé durante el embarazo, el parto o la
lactancia. Por eso, es tan importante la realización de un análisis para
confirmar o descartar que la mamá sea VIH positivo, en el mejor de los casos
cuando se está planificando el embarazo o ni bien se toma conocimiento del
mismo. Las mamás portadoras realizarán
un estricto tratamiento con controles exhaustivos, para evitar la transmisión a
su hijo.
Hoy es posible evitar
la trasmisión del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) de madre a hijo,
durante el periodo de embarazo, parto y lactancia. Lo ideal sería que los
embarazos se planificaran y así una mujer portadora podría comenzar con el
tratamiento, tomando la medicación correspondiente, antes de concebir y hasta
el final de la gestación.
Entre los análisis
que deben realizarse todas las embarazadas está la prueba ELISA, la cual
permite confirmar o descartar si esa mujer es seropositiva. El tratamiento disminuye
la carga viral a la mínima expresión. Hasta ahora no se ha podido erradicar el
virus del organismo, pero sí se puede lograr que ese virus no replique y así reducir la trasmisión materno-fetal de forma
significativa.
Si por falta de
control o diagnóstico tardío, la embarazada tiene una carga viral alta en su
organismo, se indicará una cesárea. El Protocolo para la Profilaxis de la Transmisión
del VIH en Obstetricia, señala que
durante el parto la mamá recibirá a través del suero “zidobudina”, lo que ha
demostrado una alta eficacia para la no transmisión al bebé. De todas formas, cabe
aclarar que lo más importante y significativo es mantener la carga viral
indetectable durante el embarazo.
Este es uno de los
pocos casos en los que está contraindicada la lactancia materna. Si bien la
transmisión del VIH a causa de amamantamiento es muy baja, los especialistas
recomiendan a las madres portadoras no dar de mamar a sus bebés, para disminuir
cualquier riesgo que pudiera existir.
En Salta, los
embarazos controlados pasaron del 40% al 60% en los últimos diez años, logrando
así reducir la trasmisión materno-fetal del VIH. El sistema de salud cuenta con
todos los recursos necesarios, tanto a nivel público como privado, para
controlar el 100%, pero si bien se ha avanzado bastante, todavía queda mucho
por hacer en materia de toma de conciencia, tanto del cuerpo médico
(especialmente de los obstetras), de la atención primeria de la salud y de las
embarazadas.
Hay una cuestión
cultural y un preconcepto que lleva a las mujeres a pensar “a mí no me va a
pasar” pero la realidad muestra que puede sucederle a cualquiera: casadas, con
pareja única y fiel, etc. Por eso aunque la prueba sea voluntaria, ya que no
hay una ley que la exija, es fundamental realizar el análisis, y la oferta del
test debería tomarse como una obligación científica, si tenemos en cuenta que lamentablemente
en nuestra provincia aun nacen niños que recibieron el virus de su madre.
En el segmento de
madres multíparas se observa que en el primer embarazo se hicieron todos los
controles, pero en el segundo sólo se hacen la mitad y desde el tercero en
adelante la mayoría llega al parto prácticamente sin ningún control.
Toda mujer
embarazada, independientemente de la edad que tenga, debe realizarse los
controles ya que en el caso de detectarse sífilis, por ejemplo, tras realizar
un tratamiento, se podrá evitar que el bebé nazca con alternaciones congénitas
y en el caso del VIH, se podrá evitar que el pequeño tenga que crecer tomando
una medicación de por vida, para poder seguir viviendo.
¿Sabías que?
Salta es la 5ta provincia con mayor cantidad de casos de
VIH detectados en el país. Ya se superaron los 3500 diagnósticos (una mujer
cada dos hombres) Fuente: Hospital Señor del Milagro de Salta.
Con
el asesoramiento de Raúl Ramia. Jefe del Sector de ETS y Sida del Hospital
Señor del Milagro