Abrazo inclusivo
CARTA ABIERTA A QUIEN LE QUEPA EL SAYO
Una ciudad accesible, es aquella que cumple con los principios del Diseño Universal, y su infraestructura urbana, presenta condiciones de acceso para facilitar la movilidad y el desplazamiento autónomo de las personas con discapacidad por las calles y espacios públicos; propiciando su integración y la equiparación de oportunidades para el desarrollo de sus actividades cotidianas, en condiciones de igualdad y seguridad.
Aunque reiterativo el reclamo, resulta increíble pensar que ya finalizando 2019 todavía se inauguren obras o “puestas en valor” de espacios públicos en Salta sin las adaptaciones que permitirían una verdadera inclusión. La accesibilidad al medio físico debe ser prioridad y política de estado cueste lo que cueste. La inclusión, bonita al pronunciarla y antipática cuando nos convoca, ya no es un misterio para nadie. Todos sabemos qué significa y que sólo debemos arremangarnos para que las cosas cambien. Más aún dentro de las arcas de quienes tienen en sus manos la ejecución de estas obras que se proyectan para la gente y que a su vez las excluye.
Las excusas, el papelerío, los dimes y diretes cuando la cosa ya fué omitida, las evasivas y el mejor miro para otro lado antes que se arme el bardo, rozan la tomada de pelo y deja a las claras la falta de compromiso genuino.
Es importante entender y promover, que la mejora en accesibilidad no es un gasto, sino una inversión en capital humano y una revalorización del capital social.
Algo debe empezar a cambiar desde la raíz. La materia “Accesibilidad al medio físico – Diseño Universal” hoy electiva en la carrera de Arquitectura y Urbanismo de la UCASAL debería ser de cursado obligatorio para formar así profesionales comprometidos y empáticos.
Accesibilidad al medio físico no sólo supone construir rampas, algún día, sino priorizarlas en la toma de decisiones hoy. Preguntarse, qué estoy haciendo y para quiénes. ¿Para unos cuantos o para todos? ¿Difícil?, en absoluto.
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HAGAMOS QUE SUS DERECHOS SE CONOZCAN Y SE RESPETEN
Aunque muchas veces no parezca,
cada vez somos más aquellos preocupados por lograr una verdadera inclusión de
las personas con discapacidad en el ámbito educativo, aunque también somos
realistas y sabemos que falta mucho aún por hacer para lograr el objetivo.
Es fundamental en primer lugar,
que nos ayudes a difundir cuáles son sus derechos y que en segundo término
abogues con nosotros para que se cumplan.
Según el artículo 24 de la
Convención de personas con discapacidad, los Estados deben prestar el apoyo
necesario para garantizar la educación de las personas con discapacidad en el
sistema regular. Esta obligación incluye la de poner a disposición personas que
asistan a los docentes del aula en la
inclusión de estos estudiantes, tales como docentes integradores, pares
pedagógicos, docentes de apoyo, acompañantes terapéuticos, auxiliares de apoyo,
acompañantes personales no docentes, maestros de apoyo a la inclusión, asistentes
personales, intérpretes en Lengua de Señas, entre otros/as.
A nivel nacional, la Resolución
311/16 reconoce que el Sistema Educativo debe asegurar el apoyo necesario que
requiera el alumnado con discapacidad (art. 1) en todos los niveles.
En este sentido es importante que
sepas que NINGUNA ESCUELA PUEDE NEGAR EL INICIO DE CLASES O LA CONTINUIDAD
ESCOLAR DE ESTUDIANTES CON DISCAPACIDAD ANTE LA FALTA DE PERSONAL DE APOYO;
EXIGIR QUE EL ALUMNADO CON DISCAPACIDAD ASISTA CON UNA PERSONA DE APOYO SI NO
LO REQUIERE; RECHAZAR EL INGRESO O LA PERMANENCIA DE ESTUDIANTES CON
DISCAPACIDAD EN LAS INSTALACIONES ESCOLARES ANTE LA AUSENCIA DE LA PERSONA DE
APOYO, O IMPEDIR QUE EL PERSONAL DE APOYO CONCURRA A LA ESCUELA TODO EL TIEMPO
QUE SEA NECESARIO.
Si tenés alguno de estos
problemas, podés reclamar ante la escuela o ante el Ministerio de Educación de
la Provincia. Estas opciones no son excluyentes: podés intentar primero
reclamando ante la escuela y luego ante el Ministerio, directamente ante el
Ministerio o ambas simultáneamente.
Si a pesar de presentar una nota
ante la escuela o el Ministerio de Educación, la escuela persiste en su
actitud, podés interponer una acción de amparo en sede judicial. Para esto es
importante que exijas a la escuela que justifique su conducta por escrito y
debés contar con un abogado particular o un defensor civil que te provee en
forma gratuita el Estado. 1;* En caso de urgencia, podés incluir en el amparo
una solicitud de medida cautelar requiriendo al Poder Judicial que ordene garantizar
el cese de la situación denunciada. Aunque la acción judicial se puede intentar
sin necesidad de hacer los reclamos previos, te recomiendo siempre recurrir
primero a la escuela o al Ministerio para evitar judicializaciones innecesarias
y darle ¿por qué no? a las autoridades de la escuela la posibilidad de revertir
su posición.
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PEQUEÑAS ACCIONES, GRANDES FRUTOS
¡Hola!,
¡hola!, ¡hola! ¡Qué gusto volver a encontrarnos! Este año decidí darle un toque
especial al blog y por eso te propongo que cada mes te sumes a nuestro “ABRAZO
INCLUSIVO”
La propuesta consiste en hablar de DISCAPACIDAD; sin golpes bajos, tratando
siempre de evitar los preconceptos, colaborando así a instalar el tema en las sobremesas, en los
colegios, en las reuniones con tus amigos.
Para
las personas con discapacidad y aquellos con una enfermedad crónica, lograr ser incluídos en actividades que otros naturalizamos,
significa en la mayoría de las veces una odisea. Pero por suerte frente a este panorama
desalentador, en los últimos años surge la tecnología como una gran aliada en
esta misión.
A
juicio de expertos en la materia, la
tecnología es clave en el ámbito de la accesibilidad y bien utilizada puede
ayudar a romper barreras y a integrar a las personas con discapacidad.
Hoy en
día podemos hablar incluso de avances en
inteligencia artificial y control de dispositivos a través del habla. Estas
nuevas tecnologías tienen un potencial inmenso para las personas con movilidad
reducida, que gracias a ellas podrán manejar una gran cantidad de dispositivos.
Incluso dispositivos, que hasta hace pocos años eran sólo para la ciencia
ficción, como el control remoto mediante la mirada.
Sin
embargo somos conscientes que la tecnología no va a resolver todos los
problemas de accesibilidad. Por eso, debemos seguir avanzando en la
accesiblidad arquitectónica y en los cambios sociales y legislativos, pues en
cuanto a la accesibilidad urbana, queda mucho por hacer. Y en eso todos podemos
colaborar.
Aquel
instante en que decidimos detener “por 5 minutitos” nuestro automóvil obstaculizando
una rampa; cuando colocamos las mesas de nuestro negocio, o el cartel comercial
en medio de la vereda; cuando apurados bajamos al supermercado y estacionamos
en el lugar reservado para personas con discapacidad… esos instantes son
decisivos a la hora de colaborar con el cambio. Esos son los instantes en que
nuestro ejemplo rinde sus frutos.
No
minimices tus pequeñas acciones, son
ellas las que permiten grandes avances. Mirarnos en la necesidad del otro nos
hace avanzar como sociedad; una sociedad más INCLUSIVA, con las miles de
oportunidades que esa enorme palabra encierra.
Dá el
ejemplo. “Ponéte en su lugar, no en su sitio”.
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CUANDO DE ENCONTRARLE UN NOMBRE SE TRATA
Sabemos que algo no está bien, que seguramente estamos
manifestando uno o varios síntomas de una enfermedad o estado de salud que
tiene nombre pero lo desconocemos. Por eso las visitas a diferentes médicos se
van incrementando con el paso del tiempo hasta que, con viento a favor,
llegamos al tan ansiado diagnóstico.
Es que tanto para el médico como para el paciente es
importante conocer el pronóstico de lo que hoy manifiesta porque, como indica
el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS: “Un diagnóstico
preciso es el primer paso para recibir un tratamiento eficaz”.
En medicina, el diagnóstico
es el procedimiento por el cual se identifica una enfermedad, síndrome,
o cualquier estado de salud o enfermedad de una persona. Diagnosticar es dar
nombre al sufrimiento del paciente; es asignar una "etiqueta".
(Fuente: Wikipedia)
?Nadie puede negar que la de médico es una de las profesiones
más complicadas, no únicamente porque la salud de decenas de pacientes se
encuentre en sus manos o porque deban estar al tanto de los últimos
descubrimientos científicos sino, sobre todo, porque hay que tratar a diario
con seres humanos en circunstancias vitales muy delicadas. De ahí que, como
cada vez que entra el juego el factor humano, no haya ningún manual que les
enseñe qué hacer exactamente. O, mejor dicho, quizá sí lo haya, pero la
realidad termina imponiendo el pragmatismo, que en muchos casos se traduce en
hacer lo más fácil… aunque no sea necesariamente lo mejor.
En este sentido uno, sino el mas importante de los puntos
sensibles en la relación entre médico y paciente, es la comunicación del
pronóstico, es decir, la probabilidad que tiene una enfermedad de causar
determinados efectos en un período de tiempo. Algo especialmente sensible en
caso de que se trate de una enfermedad terminal o discapacitante.
Por eso no debemos perder de vista, médicos y pacientes, que
éste es el momento mas delicado para ambos y que por lo tanto requerirá de
estrategias de comunicación que se acentúen en lo positivo, en las
posibilidades que el propio diagnóstico ofrece y que permita sentar la base de
una relación estrecha y bidireccional futura en la que prime lo humano por
sobre lo técnico.
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CARTA ABIERTA
Sé que les resultará difícil entender mis
miedos, pero con un poco de esfuerzo lograrás entender.
Ser
padre de un niño con discapacidad motriz es un desafío constante en la búsqueda
de su felicidad porque vivimos en un mundo en el que la diferencia se castiga
aún sin proponérnoslo.
Las actividades recreativas de los niños hoy
en día proponen actividades que en la mayoría de los casos nuestros hijos no
pueden participar. Los peloteros, los salones para festejar sus cumpleaños
representan para nuestros hijos el lugar donde la desventaja se pone de
manifiesto. Son muy pocos aquellos lugares donde tienen previsto el desarrollo
de actividades lúdicas, un rinconcito de arte o libros de cuentos.
Las plazas inclusivas, tan escasas como la
empatía hoy en día, presentan en su mayoría un gran abandono imposibilitado su
uso.
Los restaurantes donde elegimos pasar un buen
rato en familia no imaginaron quizás que entre su clientela hay personas que se
movilizan en sillas de rueda. No se anticiparon a la posibilidad; no les procuraron su ingreso con una rampa o
un baño adecuado.
Salir a dar una vuelta o hacer un trámite nos
parece más a un Rally en África que a una situación de la vida cotidiana. O
porque faltan rampas en las esquinas, o por el mal estado de las veredas, o
porque un insensible cree que estacionar su auto tapando una rampa no es cosa
de mala persona, ya es su derecho adquirido.
Necesitamos entender que la discapacidad de
por sí ya limita nuestras acciones. Por favor, No la agravemos con nuestros
gestos. No tengamos miedo a ser protagonistas en una historia en la que sin
darnos cuenta somos parte y sumáte con el ejemplo a escribirle un guión
distinto; uno en el que cada capítulo permita que todos disfrutemos de cada día
sin tener que lamentar algún tipo de impedimento. Nunca es tarde para tomar
conciencia y aportar ese granito de arena.
Porque… “Mucha
gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el
mundo” (Eduardo Galeano)