embarazo
Cambios de humor en el embarazo. Del llanto a la risa.
Las alteraciones del estado de ánimo son completamente normales y están entre los cambios esperables en el embarazo. Son muy pocas las mujeres que no los experimentan, la mayoría se siente especialmente sensible en este periodo, pero también están las que se enojan con facilidad por cualquier motivo. Lloran, se ríen, reclaman, protestan, se molestan. No se están volviendo bipolares, simplemente están embarazadas.
La revolución hormonal que
ataca a una mujer cuando está embarazada es una de las principales responsables
de los repentinos cambios de ánimo que le aquejan. Pero, por otro lado también
hay una cuestión emocional y psíquica que la está afectando. En muy pocos
meses, el cuerpo sufre una gran transformación, sube mucho de peso, sus caderas
se ensanchan, sus pechos se agrandan y su vientre crece muchísimo. La piel se
estira, aparecen estrías ¡muchas estrías! salvo para algunas bendecidas
genéticamente. La celulitis llega para quedarse y si no se cuidan con protector
solar, están más propensas a la aparición de manchas sobre todo en el rostro.
Le sumemos a esto, los
miedos, incertidumbres y angustias propios de esta etapa y el movilizador
proceso a través del cual ella va asimilando la nueva existencia que habita en
su vientre y se va encontrando con la mamá que en ella está naciendo.
Hoy resulta muy positivo que
la mujer pueda expresarse sobre lo hermoso que es vivir una gestación desde la
alegría, pero que también pueda contar sus molestias y bajones. La mujer actual
se anima a hablar sobre ese lado b que tiene el embarazo, sin temor a ser
juzgada como una mala madre por contar algo que le pasa y que en realidad le
pasa a la gran mayoría. Porque cuando aparecen los gases, la acidez, el
estreñimiento y las piernas inchadas la espera no es tan dulce como te la
habían pintado, pero como mujeres
fuertes que somos nos sobreponemos a todo y seguimos adelante.
Poco a poco se va creando
una nueva conciencia y se va comprendiendo que la maternidad no es la que se
muestra en la televisión y en la publicidad gráfica, en la que todo es perfecto
y color de rosa. La mamá no está siempre feliz y radiante, también se pone
triste y se siente cansada porque no duerme lo suficiente y agobiada por el
temor de no estar preparada para criar un hijo. Es natural que una mamá
reciente se pregunte si va a ser capaz de organizar todos los ámbitos de su
vida, si va a tener tiempo real para repartirse entre el trabajo, la casa, la
pareja, la familia y los amigos.
Con todo lo expuesto es
normal que la mujer vaya del llanto a la risa en cuestión de minutos. Es común
también que se ponga más irritable que de costumbre o que reaccione a cualquier
estímulo con extrema sensibilidad. Las situaciones que antes ni siquiera le
llamaban la atención, ahora la conmueven hasta las lágrimas. Una película, una
charla o un atardecer, puede acabar en llanto, enojo, discusión o ataque de
risa. Es por eso, que la futura mamá va a necesitar mucho afecto, pero sobre todo paciencia y contención del entorno, especialmente de su
pareja.
Tips para moderar los cambios de ánimo
1.
Respirar de forma consiente y profunda
2.
Poner en palabras lo que te pasa. No guardarte
nada
3.
Tener en cuenta que el bebé percibe todo lo que
está sintiendo su madre
4.
Escuchar la música que te gusta, cantar o danzar
suavemente
Con el asesoramiento de Marcela Deheza. Licenciada de Psicología. Directora de Gestalt Noa.
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