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Crisis de lactancia: qué son, cuándo aparecen y cómo transitarlas
La lactancia materna es un acto natural, pero no siempre es fácil. Muchas madres, incluso las más decididas a amamantar, atraviesan momentos de duda, angustia y agotamiento. Esas etapas son conocidas como crisis de lactancia y, lejos de ser un motivo para abandonar la teta, suelen ser momentos esperables y transitorios en el camino de la lactancia.
¿Qué es una crisis de lactancia?
Las crisis de lactancia son cambios temporales en el comportamiento del bebé y en la producción de leche que generan confusión y preocupación en las madres. Suelen estar vinculadas a brotes de crecimiento y ajustes en la demanda de leche del bebé.
Durante estas crisis, muchas mujeres creen que su leche “ya no alimenta” o que “se está quedando sin leche”. En realidad, el cuerpo está respondiendo al nuevo ritmo del bebé y necesita un pequeño reajuste.
¿Cuándo aparecen?
Las más frecuentes suelen presentarse en etapas bastante predecibles:
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A las 3 semanas: el bebé necesita más leche y pide pecho con mayor frecuencia.
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A las 6 semanas: se vuelve más demandante, llora si se lo saca del pecho, y da la impresión de “quedarse con hambre”.
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A los 3 meses: una de las crisis más desafiantes. El bebé se distrae, se pelea con el pecho, se enoja. Además, el pecho ya no se siente “lleno” porque se ajustó a la demanda real.
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A los 6 meses o más: aparecen nuevas distracciones, mayor movilidad y cambios en la alimentación al iniciar la comida complementaria.
¿Cómo transitar una crisis sin abandonar la lactancia?
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Confianza y paciencia: Saber que es una etapa pasajera ayuda a no tomar decisiones apresuradas.
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Pecho a libre demanda: La mejor manera de aumentar la producción es dejar que el bebé succione cada vez que lo pida.
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Ambiente tranquilo: Reducir estímulos y buscar momentos de conexión íntima con el bebé puede ayudar en las crisis por distracción.
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Buscar apoyo: Hablar con una puericultora, grupo de lactancia o pediatra pro-lactancia puede marcar la diferencia.
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Evitar suplementos innecesarios: Salvo indicación médica, ofrecer mamadera o fórmula en estos momentos puede interferir con la autorregulación natural de la lactancia.
Un mensaje para las madres
Las crisis de lactancia no son un error ni una señal de que estás fallando. Son, en realidad, señales de que tu cuerpo y tu bebé están creciendo y aprendiendo juntos. Acompañarte con información y sostén es clave para atravesarlas y continuar disfrutando del acto de amamantar.