lactancia

Mastitis

Es una de las complicaciones más comunes de la lactancia materna. Puede producirse por la obstrucción de algún conducto de la mama o a causa de alguna herida o grieta, a través de la cual ingresa al organismo una infección. Debe ser tratada con antibióticos y reposo.

La mastitis es una infección en la glándula mamaria que genera mucho dolor y malestar ocasionando dificultades para dar de mamar al bebé. Otros síntomas pueden ser: inflamación, fiebre, decaimiento y enrojecimiento en la zona.

Puede producirse por la obstrucción de algún conducto de la glándula, o a causa de alguna herida en la mama, a través de la cual ingresa la infección, pero generalmente se presenta por la combinación de ambos factores.

Las grietas en los pezones, que aparecen en las primeras semanas de la lactancia materna y que no terminan de curarse son una puerta abierta a los gérmenes y las bacterias. Generalmente, es difícil que un taponamiento de conductos lleve por sí solo a una mastitis, pero si esta situación, que ya presenta una zona en malas condiciones y mayor predisposición a la infección, se combina con la existencia de pequeñas lesiones en la mama, el riesgo de sufrir mastitis se incrementa.

Cuando la mamá se va a trabajar o pasa muchas horas lejos del bebé sin amamantarlo y sin descargar las mamas, la leche se acumula y esto puede producir una mastitis, sobre todo si el pecho no está totalmente sano. Por el contrario, cuando los senos están sanos, y la madre pasa largos períodos sin dar de mamar al bebé, van a aparecer otros problemas como congestión e incomodidad (por el aumento del tamaño y el peso de los pechos). En este caso, al cabo de unos días, si no tomamos ningún recaudo, la producción de leche disminuirá. Por eso, es muy importante sacar la leche de las mamas con un extractor o manualmente, si pasamos muchas horas sin amamantar.

Una mamá que desarrolla una mastitis ya viene teniendo inconvenientes en la lactancia durante un tiempo, a veces el bebé no se prende bien, no saca toda la leche, la mama queda congestionada, pero cuando comienza el proceso de la mastitis que es una complicación de todos esos problemas que ya viene arrastrando, se va a sentir mucho peor. Va a sentir un malestar generalizado y va a tener en el pecho una zona enrojecida, inflamada y caliente, además de mucho dolor, lo que repercute por supuesto, en su estado general.

Has mastitis más superficiales y otras más profundas. En algunos casos, la infección puede llegar a alterar el sabor de la leche, volviéndola más salada y ocasionando el rechazo del bebé. Si la zona que está infectada comienza a supurar, es decir a formarse pus, puede pasar que esta pus se vuelque a los conductos y que salga de la mama una sustancia de una consistencia distinta.

Generalmente la mastitis es localizada, difícilmente se desarrolle en ambas mamas, por lo que se intentará no interrumpir la lactancia materna ya que el bebé puede seguir mamando del pecho sano. Puede pasar que la madre se siente muy mal y no pueda darle la teta a su pequeño. En este caso, se hablará con la mamá para que pueda tomarlo como algo temporario hasta que mejore y luego se retomará la lactancia en forma plena.

TRATAMIENTO

· El tratamiento debe realizarse con medicamentos y reposo.

· La medicación indicada puede tomarse durante la lactancia y no ocasiona ningún daño al bebé.

· Es fundamental que la mama enferma sea vaciada para aliviar los síntomas y mejorar el proceso de curación.

· Es conveniente realizar masajes y aplicar calor húmedo sobre la mama.

· En algunos casos, se desarrollan abscesos que deben ser drenados quirúrgicamente.

PREVENCION

Una buena forma de prevenir la mastitis es establecer la lactancia materna desde el momento del nacimiento e informarse ya desde el embarazo sobre las posiciones y la forma adecuada para amamantar, para evitar las grietas en los pezones, y disminuir así los riesgos de desarrollar una mastitis.

¿Sabías que?

*La mastitis se presenta entre el 1 y 3% de las mujeres que amamantan a sus hijos. Fuente: Organización Mundial de la Salud.

*Puede darse en el puerperio, pero también hay otro tipo de mastitis, la cual se clasifica como no puerperal. No es frecuente que se presente en hombres.

* Tiene síntomas parecidos a los del cáncer de mama, pero no está asociada con esta enfermedad. Es necesario descartar una mastitis antes de avanzar en el diagnóstico de este tipo de cáncer.

Con el asesoramiento de Marylin Mosqueira. Médica pediatra. Especialista en lactancia materna.






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