bebés & niños
Alergias alimentarias en la infancia
Las enfermedades alérgicas afectan a mil millones de personas en el mundo y se estima que en 2050 afectarán a 4 mil millones de personas. Las alergias alimentarias, en particular, han sufrido un crecimiento exponencial en los últimos años en países occidentales, por lo que algunos especialistas las consideran “la segunda oleada” de la epidemia alérgica y las posicionan como un problema de salud pública. A nivel mundial, la prevalencia de alergias alimentarias en niños es 4-8% y en adulto es de 1-4%.
Las alergias alimentarias surgen de una
respuesta inmune específica inducida por la exposición a un alimento. La
intolerancia alimentaria, es diferente, se refiere a reacciones no inmunes
causadas por características fisiológicas únicas del individuo, que incluyen
mecanismos metabólicos, tóxicos, farmacológicos e indefinidos.
Existen 8 alimentos responsables del 90% de las
alergias alimentarias: leche, huevo, soja, trigo, maní, nueces, pescados y
mariscos.
El 85% de las alergias son hereditarias, se nace con una
predisposición genética, pero también deben tenerse en cuenta otros factores
como la edad, y la exposición a la contaminación ambiental. Junto a las
alergias alimentarias se pueden manifestar también enfermedades respiratorias
como asma, rinitis alérgica o dermatitis.
Para arribar a un diagnóstico certero es fundamental contar
con una historia clínica detallada, pruebas cutáneas de lectura inmediata, test
de parche y provocación oral.
Una de las intolerancias más comunes es a la proteína de la
leche de vaca. Existe un diagnóstico que permite diferenciar si se trata de
intolerancia a la lactosa o a la leche en general. A través del test cutáneo se
prueba directamente la leche en el niño y se logra determinar si es una
intolerancia o es una alergia. Si la manifestación se produce en la piel, generalmente se hace una roncha colorada que
pica. Al aparato digestivo del niño, le sucede lo mismo, se inflama y le genera
molestias, por eso el pequeño no quiere tomar la leche. En este punto cabe
destacar que, en el planeta Tierra no hay ninguna especie que tome leche de
otra especie, los humanos somos los únicos que hacemos esto. No deberíamos
sorprendernos de las complicaciones que esta decisión de consumo trae
aparejadas.
Alergia alimentaria en el bebé
La primera
en detectarla será la mamá al notar que la piel del bebé está seca y es
propenso a una dermatitis, con lo cual se podrá inferir que es un potencial
alérgico. El pequeño no come bien, tiene ojeras, no descansa correctamente y no
crece como se espera. La leche de fórmula le produce dolor abdominal, cólicos
intensos, y es una de las causas de anafilaxia más frecuentes, se le baja la
presión, se pone pálido y se desvanece. Ante cualquiera de los síntomas
mencionados es de vital importancia acudir al pediatra.
La Epigenética y las alergias
Los estudios más recientes en materia de Genética demostraron
que existe un factor llamado “fenotipo” que puede ser intermitente o
persistente. En el primer caso, las reacciones alimentarias se manifiestan, en
general, sólo en los primeros años de vida, mientras que en el segundo la
intolerancia perdura toda la vida.
También está el nuevo concepto de la Epigenética, que
sostiene que una persona puede tener el gen y el fenotipo, pero si su madre
tuvo hábitos saludables antes de la concepción y durante la gestación no
desarrolla ningún tipo de alergia. En cambio, el hijo de una madre que durante
su desarrollo intrauterino se alimentaba con comida chatarra, fumaba y no
descansaba bien, tendrá más probabilidades de desarrollar una alergia. Si el
bebé nace en un ambiente contaminado por el humo del cigarrillo o por otros
factores ambientales aparece la Epigenética a activar el gen de la alergia. Por
eso es importante que el medio ambiente esté libre de factores tóxicos y
alimentarios, pero también que los
factores emocionales estén resguardados.
Tratamiento
El tratamiento se basa en la evitación correcta del alimento
responsable, incluidos los alérgenos ocultos y en la educación del paciente, la
familia y los cuidadores para mantener una buena calidad de vida.
Intervienen varias especialidades en el tratamiento porque es
multidisciplinario, en primer lugar el médico pediatra, luego el gastroenterólogo infantil, el alergista para
hacer el diagnóstico y eventualmente el
nutricionista (dependiendo la edad del niño) el psicólogo, el dermatólogo.
¿Que pasa en Salta?
Un estudio realizado en Salta con 4000 casos mostró que el
33% de la población de niños y adolescentes tiene Rinitis alérgica. De 100
chicos, 33 tienen continuos resfriados. Algunos de ellos se ven afectados muy
severamente con obstrucción nasal, lo que después lleva a otras patologías como
la llamada “el niño respirador bucal”, el pequeño respira por la boca, lo que
produce faringitis recurrente, caries permanentes y su carita al respirar con
la boca abierta tiende a deformarse. Estamos hablando del chico que vive con la
boca abierta y el maxilar inferior caído.
Al estar en el Valle de Lerma cuando hay viento todas las
partículas ambientales rebotan de cerro a cerro y mantenemos una polución mayor
que la de Buenos Aires que tiene mayor densidad poblacional, pero Buenos Aires
está al lado del Río de la Plata, por lo que cuando corre viento arrastra todas
esas partículas y limpia la ciudad.
Por eso
siempre vemos un polvillo que puede notarse en los muebles a pesar de
limpiarlos una y otra vez. Entre esas partículas están los pólenes y la tierra
en suspensión, que es altamente irritativa. Los ácaros son micropartículas que
no vemos, pero están en todas partes, en el colchón, en las almohadas,
alfombras y peluches y también ingresan a nuestros hogares desde la casa del
vecino, arrastrados por el viento.
Con el asesoramiento de María Elena Cáceres. Médica Pediatra especialista en Alergias e Inmunología Clínica. Docente del Programa de Actualización en Alergias e Inmunología para pediatras de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Sabías que?
La prevalencia de las
alergias alimentarias en Argentina es del 5% en niños y 1% en adultos.
Fuente:
Estudio Alergia alimentaria en pediatría, recomendaciones para su diagnóstico y
tratamiento. Sociedad Argentina de Pediatría - 2018 -