nutrición

Alimentación consciente para niños: Enseñando a comer con atención

La alimentación consciente, también conocida como mindful eating, es una práctica que va más allá de lo que comemos; se trata de cómo comemos. Esta filosofía, que promueve comer de manera más atenta y presente, es ideal para incorporar en la crianza de los niños. Ayudarles a desarrollar una relación saludable con la comida desde temprana edad no solo mejora sus hábitos alimenticios, sino que también favorece su bienestar emocional.

¿Qué es la alimentación consciente?

La alimentación consciente implica prestar atención al momento de comer sin distracciones, como la televisión, el teléfono o los videojuegos. Consiste en saborear cada bocado, notar la textura de los alimentos y escuchar las señales de hambre y saciedad que nuestro cuerpo envía. Para los niños, esto puede significar aprender a comer lentamente, a disfrutar de cada bocado y a reconocer cuándo están satisfechos.

Beneficios para los niños

  1. Mejora de los hábitos alimenticios: Comer con atención ayuda a los niños a disfrutar de una mayor variedad de alimentos, pues se enfocan en el sabor y la textura, lo que les permite explorar nuevos sabores con menos presión.

  2. Prevención de sobrealimentación: Al ser conscientes de sus señales de hambre y saciedad, los niños aprenden a comer solo lo que necesitan, evitando el sobrepeso y fomentando una relación equilibrada con la comida.

  3. Fortalecimiento de la relación con la comida: Enseñarles a comer con atención ayuda a los niños a no ver la comida como un enemigo o algo prohibido, sino como una fuente de nutrición y disfrute.

¿Cómo enseñarles?

  1. Hacer de las comidas un momento especial: Convierte las comidas en una oportunidad para estar juntos como familia, sin distracciones. Apaga la televisión y guarda los dispositivos para fomentar la atención plena en la comida.

  2. Involucrar a los niños en la preparación: Permitir que los niños participen en la elección y preparación de sus alimentos puede hacer que se interesen más en lo que están comiendo y en cómo se ve, huele y sabe.

  3. Modelar el comportamiento: Los niños aprenden observando. Si como adulto practicas la alimentación consciente, es más probable que ellos sigan tu ejemplo. Come despacio, saborea tu comida y presta atención a cómo te sientes durante el proceso.

  4. Crear un ambiente relajado: Evitar apresurarse durante las comidas. Si los niños sienten que la comida es una tarea tranquila y sin estrés, será más fácil que aprendan a escuchar su cuerpo y disfrutar de la experiencia.

Incorporar la alimentación consciente en la vida de los niños es una excelente manera de promover hábitos saludables que durarán toda la vida. Enseñarles a comer con atención no solo les ayuda a disfrutar más de sus comidas, sino que también fomenta una relación positiva con la comida y su propio cuerpo. Con paciencia y práctica, los niños aprenderán a comer de manera equilibrada, respetando sus señales internas y desarrollando una actitud saludable hacia la nutrición.





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